Reino Unido se suma así a otros países europeos que, como Alemania o Francia, ya alertaron de la necesidad de regulación específica. A principios de febrero, el regulador alemán de la competencia limitó la explotación por Facebook de los datos de sus usuarios, prohibiéndole aprovechar informaciones recolectadas por otras webs o por filiales como Instagram y WhatsApp.

Y en noviembre, el parlamento francés adoptó dos proposiciones de ley para luchar contra «la manipulación de la información» en periodo electoral.

«Las empresas como Facebook no deberían estar autorizadas a comportarse como gánsters digitales en el mundo en línea, considerándose por encima de las leyes», subraya el informe publicado este lunes por la Comisión de Cultura, Digital, Medios y Deporte del Parlamento británico.

«Creemos que Facebook no está haciendo lo suficiente para combatir la difusión de la desinformación y otras formas de contenido dañino, no está haciendo lo suficiente para proteger los derechos de las personas y la privacidad de los datos», dijo a la AFP Damian Collins, presidente de dicha comisión.

Ésta investigó durante más de un año el fenómeno de las «fake news», con particular atención en las prácticas de Facebook, y su impacto en recientes votaciones en Reino Unido.

A sus sesiones se asociaron en noviembre diputados llegados entre otros países de Argentina y Brasil.

Impedir este tipo de abusos

Para luchar contra los contenidos «perjudiciales» o «ilegales», y proteger los datos de los usuarios, el informe recomienda que se cree en Reino Unido un «código deontológico vinculante», y que un regulador independiente vigile e imponga su cumplimiento.

Hay que «acabar con la idea de que las empresas de tecnología son sólo plataformas, que son independientes y que la responsabilidad del contenido recae únicamente en la persona que lo publica. Tienen también una responsabilidad por el contenido que se publica en ellas», señaló Collins a la AFP, afirmando que espera «que antes de finales de año haya una propuesta firme de legislación».

El gigante estadounidense de las redes sociales y la mensajería móvil afirmó en un comunicado no haber esperado a este informe para reaccionar.

«Hemos llevado a cabo cambios sustanciales para que todo anuncio político en Facebook sea previamente autorizado, se mencione su financiación y después se clasifique en nuestros archivos consultables durante siete años», explicó Karim Palant, responsable de política pública de Facebook en Reino Unido.

Así, la empresa «triplicó el tamaño del equipo que trabaja para detectar y proteger a los usuarios de los malos contenidos, llevándolo a 30.000 personas, e invirtió masivamente en el aprendizaje automático, la inteligencia artificial y la tecnología de visión por ordenador para ayudar a impedir este tipo de abusos».

Facebook está implicado en varios escándalos en diferentes países, como las acusaciones de injerencia rusa en su plataforma durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, o el uso de su sistema de mensajería WhatsApp en Brasil para calumniar al candidato izquierdista a las presidenciales Fernando Haddad, rival de Bolsonaro en el balotaje.

En sus más de 100 páginas, el informe pide también al gobierno británico que lleve a cabo una «investigación independiente» sobre la «influencia extranjera», incluida la rusa, y la desinformación en el referéndum del Brexit de junio de 2016, pero así mismo en las elecciones legislativas de mediados de 2017 y en el referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014.

Un portavoz gubernamental informó que el ministro de Cultura británico, Jeremy Wright, se reunirá esta semana en Estados Unidos con responsables de Facebook y otros gigantes de internet como Google, Twitter y Apple.