La Agencia Federal de Redes de Alemania prohibió en ese país la venta de la muñeca «Cayla», al considerar que el micrófono y la conexión vía «bluetooth» que vienen integrados en ese juguete lo convierten en un posible instrumento de espionaje no permitido por la ley.

«Objetos que ocultan cámaras o micrófonos y que pueden transmitir datos de forma inadvertida amenazan la esfera privada de las personas», afirmó el presidente de la Agencia, Jochen Homanne, en relación al juguete fabricado por la empresa estadounidense Genesis Toys.

«La muñeca Cayla está prohibida en Alemania», sentenció, y explicó que el objetivo de la medida es «proteger a los miembros más débiles de la sociedad», en un comunicado difundido por agencias internacionales.

El problema de Cayla radica en su conexión por bluetooth, que permite a cualquier persona escuchar y grabar la conversación que se mantenga con la muñeca sin necesidad de estar presente.

Fuentes de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete aseguraron que la muñeca Cayla «al país no entró y no hay ningún producto así en el mercado nacional”.