La última edición de los Premios Gardel, que tuvo como el gran ganador al cantante melódico Axel, dejó una fuerte polémica por la decisión de entregar las estatuillas correspondientes a la movida tropical en una confitería, fuera de la ceremonia central que se realizó en el Teatro Gran Rex.

Mientras las estatuillas eran entregadas en vivo a los músicos de la mayoría de los géneros en el teatro, la premiación a los artistas de cumbia fue grabada a la tarde en una confitería de la zona de Suipacha y Corrientes.

«Fue una gran falta de respeto hacia los artistas. Más allá de que es un reconocimiento a la industria, lo que pasó fue un desastre», dijeron desde la producción del programa de música tropical «Pasión de sábado».

Y agregaron: «Nos enteramos el mismo día de la ceremonia que había una entrega de premios paralela, de clase B, y dio la casualidad que la mayoría de las ternas tropicales fueron entregadas en una confitería. Es un mamarracho lo que hicieron. Si las ternas no entraban, hubieran puesto menos y listo.

«Nosotros –agregaron- nos dimos cuenta sobre la marcha de lo que pasaba. Mandamos a cubrir con las cámaras de ‘Pasión’ y cuando me dijeron ‘estamos en la confitería’, pensé que me estaban cargando. Los artistas fueron y no sabían que iba a ser así», dijo uno de los productores.

«Hay artistas del género tropical que hacen Gran Rex llenos de punta a punta y parece que hay que ponerlos abajo de la alfombra, y hay otros que no hacen ni un show en la casa pero como es de otro género, están bien», disparó.

Y añadió: «Tuvimos dos artistas que vinieron al Gran Rex desde Santa Fe y no sabían que se entregaban a la tarde, un papelón. Suena a discriminación todo, la cumbia en una confitería y el resto en un gran teatro televisado», protestó.