Esta innovación tendrá como nombre Verrückt y expondrá una altura de 76 metros que terminará con una caída en línea recta cercana a los 40 metros que manejará una velocidad promedio de 6 metros por segundo.

La atracción estará ubicada en el Parque Olímpico Queen Elizabeth, en Londres.

Sin embargo, lo más sorprendente de esta curiosa arquitectura, es que no será acuática. El tobogán rodeará una torre que era monumento de los Juegos Olímpicos que se celebraron en 2012.

Se espera que para 2016 ya esté lista la obra y el costo para disfrutarla sería de cinco libras esterlinas.

La obra será de color rojo en la parte de abajo y transparente en la parte superior para que los visitantes puedan observar la capital inglesa.

El recorrido por el tobogán costará cinco libras (alrededor de 125 pesos).