La «gran madre patria», Rusia, busca evitar futuras guerras cibernéticas contra ellos y por ese motivo, creó una nueva red interna, de la cual usará para mantener conectado a todo el país, y ante posibles ataques, desconectarse de Internet, la red global.

Realizarán una prueba de desconexión temporal a Internet antes del 1 de abril, en el cuál consistirá en simular un posible ataque, aislarse del exterior y garantizar que los datos que intercambian sus ciudadanos permanezcan dentro de las fronteras del país.

El proyecto, además contempla  que el organismo de las telecomunicaciones ruso, el Roskomnazor, inspeccione el tráfico y bloquee contenido prohibido.  Esto ha despertado las alarmas de las organizaciones de derechos civiles y expertos que lo ven como un intento más del Kremlin de limitar las libertades en el ciberespacio.

La acción, cuya fecha exacta no se conoce, es parte de las medidas establecidas en una ley aprobada en diciembre pasado que exige a los operadores de red la realización de los cambios necesarios para operar de manera independiente, informó la agencia de noticias RosBiznesKonsalting (RBK), citada hoy por medios europeos.

El ejercicio buscará obtener información para incluir en esa ley enmiendas sobre los aspectos que necesitan mejorarse para garantizar la independencia de la «Rutnet» (el espacio de Internet ruso), en caso de una agresión extranjera.

Según la norma, los operadores de red deben garantizar los «medios técnicos» para redirigir todo el tráfico de Internet ruso a puntos de intercambio aprobados o administrados por Roskomnazor, la agencia que controla las telecomunicaciones en el país euroasiático.

Este organismo inspeccionará el tráfico para bloquear el contenido prohibido y se asegurará de que el tráfico entre usuarios rusos permanezca dentro del país y no se redireccione a través de servidores en el extranjero, donde podría interceptarse, informó la BBC citando a la RBK.

Su realización se acordó en una reunión del grupo de trabajo de las empresas de telecomunicaciones y ciberseguridad del Programa, entre las que están Kaspersky Lab, MegaFon, Beeline, MTS y RosTelecom.

Según el sitio especializado en hardware ZDnet, el Kremlin está trabajando en este proyecto desde hace años, y se propone enrutar el 95 por ciento de todo el tráfico de Internet a nivel local para 2020.

El gobierno, según esa publicación, incluso creó una copia de seguridad local del Sistema de Nombres de Dominio (DNS), que probaron por primera vez en 2014 y luego en 2018, y que sería un componente importante de Runet cuando los ISP (los proveedores de conectividad) planeen desconectar el país del resto del mundo.

Rusia lleva años bajo el foco internacional, señalada por la OTAN y sus aliados occidentales como responsable de diversos y poderosos ataques cibernéticos. Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y otros muchos han acusado al Kremlin de tener a su servicio hackers para infectar millones de ordenadores de todo el planeta en preparación de lo que llamaron “una ofensiva futura”.

Alertan de que Rusia ha atacado ya organismos estatales, infraestructuras críticas, compañías y particulares y llevan un tiempo amenazando con nuevas sanciones por estos ciberataques y por injerencias en la Red como la que supuestamente ayudó a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca en 2016.