Estas cámaras utilizan inteligencia artificial, funcionan bajo cualquier condición climática y no están limitadas por la velocidad del automóvil.

Durante el periodo de prueba, el sistema pudo detectar más de 100.000 conductores que estaban usando su celular mientras manejaban.

Las autoridades comunicaron que durante los primeros tres meses, los infractores recibirán cartas de advertencia. Sin embargo, después de este periodo deberán pagar multas económicas de 344 y 457 dólares australianos (230 y 310 dólares estadounidenses), cuyo monto mayor se aplicará en caso de que la infracción se cometa en una zona escolar.

El sistema está en funcionamiento desde este domingo 1 de diciembre, y pretende reducir drásticamente los accidentes de tránsito.