Los trabajadores de la empresa Coemyc, dedicada al mantenimiento del servicio de alumbrado público en la zona sur de la ciudad, realizaron esta mañana una quema en Wilde y Mendoza en protesta por el peligro que corren sus fuentes laborales y la falta de respuesta empresarial.

35 empleados de Coemyc se encuentran en estado de alerta e incertidumbre. El lunes la empresa despidió a un trabajador de tres años y medio de antigüedad, hecho que generó que sus compañeros se manifestaran pidiendo la inmediata reincorporación. En ese momento, los encargados de la empresa decidieron llamar a la policía, que diluyó la medida de fuerza sacando a los trabajadores a la calle y cerrando el portón.

El secretario adjunto de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) de Rosario, Sixto Irrazábal, habló con Conclusión y contó que este martes los empleados acudieron a realizar sus tareas como lo hacen habitualmente y «un policía en la puerta» les prohibió el ingreso a su lugar de trabajo. «Hoy se presentaron todos y no sabemos si están todos despedidos porque la empresa no responde«, indicó.

«La causa viene porque los compañeros ya hicieron varios reclamos por las condiciones en las que estaban trabajando. Tuvieron visitas del Ministerio (de Trabajo), donde le suspendieron los baños y el comedor porque estaban en malas condiciones, al igual que los camiones. Ahí empezó la persecución con algunos compañeros -que anteriormente fueron echados y también los hicimos reincorporar porque creemos que son injustos-. A raíz de eso viene toda esta persecución. Además, están tomando algunos trabajadores monotributistas», explicó.

En total, la empresa Coemyc cuenta con unos 35 trabajadores: 20 son los asignados el turno mañana, pero los tres turnos se cubren con otros 15 empleados. Según señalaron desde el gremio, hay tres empresas en Rosario que prestan el servicio de mantenimiento de alumbrado público. Eso está dividido por zonas y a Coemyc le corresponde la zona sur, haciendo mantenimiento de luminarias, cuidado de columnas, plazas y parques.

«Nosotros tratamos de dialogar con la empresa pero la empresa no responde. Hoy nos llamaron del servicio de obras públicas, un secretario, a ver si al mediodía podemos tener un encuentro con la empresa. No sabemos cuál es su situación; no sabemos si están despidiendo porque no podemos entrar», apuntó Irrazábal.

Macelo De Luca, delegado de la empresa, también dialogó con Conclusión y expresó su incertidumbre ante la falta de respuesta empresarial y el destrato sufrido por los trabajadores.

«Queremos comunicarnos -contó- para preguntarles por qué estamos afuera, por qué cerraron las puertas y por qué no nos atienden. Nos pusieron un policía en la puerta, lo que nos manifiesta que no nos pueden permitir el ingreso, a raíz del reclamo que venimos realizando por el despido del compañero despedido».

Según explicó De Luca, el despido «fue totalmente arbitrario y sin causa», ya que «la empresa manifiesta que la persona no le sirve», pero «resulta que hace tres años y medio que está trabajando esta persona, ¿de un día para el otro dejó de servirle a la empresa?».

Al igual que Irrazábal, el delegado cree que la actitud que tomó la empresa es atribuible a que tiempo atrás empezaron a hacer un reclamo por mejoras en las condiciones laborales y el respeto de sus derechos.

«Nosotros prestamos servicio en zona sur en lo que es mantenimiento de alumbrado público. Respondemos al municipio y desde el día de ayer (por el lunes) no estamos realizando las tareas. Si bien el municipio es subsidiario, responsable de nuestro convenio, la empresa privada es quién paga los sueldos», concluyó.