Este jueves se conoció la noticia del deceso de José “Carlitos” Adad. Para cientos de personas que hoy son adultas, la noticia no pasó desapercibida: fue uno de los pochocleros más conocidos de Rosario y tuvo su primer carrito tirado por una motoneta. Con su hermano Jorge –también fallecido–, ocuparon durante décadas la posta frente a los colegios Normal 3 y La Dante, según recuerda un alumno de la primera institución mencionada.

Carlitos y José fueron distinguidos por el Concejo Municipal en 2016, por una iniciativa de la por entonces presidenta del Palacio Vasallo Daniela León, aunque para Jorge, el homenaje fue post mortem.

De descendencia libanesa, el diario Sirio-Libanés escribió una detallada historia de la familia en ocasión de la distinción a los hermanos en 2016. Allí relatan que su padre, don Juan Manzur Adad, “decidió hacer la América y viajó a Chicago, Estados Unidos”, en donde adquirió una máquina pochoclera y la trajo a la Argentina. Sus hijos, entre ellos José Carlitos y Pedro, continuaron con el legado paterno e hicieron que se extienda la labor por toda la ciudad. Incluso, en épocas de verano viajaban a Mar del Plata para hacer su trabajo en la Costa Atlántica.

Hoy, la labor la continúan sus hijos y nietos.