Por Jennifer Hartkopf

Si bien seguimos en invierno y todavía restan 15 días para el comienzo de la primavera, uno ya se ilusiona con los días cálidos, que invitan a una cerveza a orillas del Paraná. Sin embargo los intensos fríos que se vivieron esta semana, precisamente a partir de este lunes 2 de agosto, nos obligaron a calzarnos nuevamente toda la artillería invernal: guantes, gorros y bufandas estuvieron a la orden del día, y tuvimos que postergar el bello y romántico sueño de primavera.

El meteorólogo Luis Blotta Stengel habló con Conclusión y brindó detalles sobre esta “excursión de viento polar” que volvió a llevar la sensación térmica por debajo de los 0 grados y “congeló” las calles rosarinas.

“El pasado 27, 28 y 29 de agosto, cuando tuvimos temperaturas de 23, 26 grados de máxima, fue una excursión de viento norte, cuya presencia nos aplastó en calor. Ahora tenemos una excursión de viento polar”, señaló el especialista.

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Si bien admitió que el fenómeno “ya se está yendo, porque el día clave fue el lunes”, no descartó que después del 25 o 28 de septiembre pueda haber un “último estertor de una presencia de aire frío”. En seguida aclaró: “No nos engañemos, ha habido heladas en octubre, en noviembre y en diciembre, pero no va a ser este el año”.

En ese sentido dijo que tendremos un mes de septiembre “promedio” donde “sigue habiendo probabilidad de olas polares pero cada vez con menos intensidad, con menos fuerza”.

¿Qué pasa con Santa Rosa?

Lo primero que señaló Blotta Stengel es que la Tormenta de Santa Rosa corresponde a la primera tormenta convectiva en la salida del invierno.

Específicamente en este 2019, dijo que “la Tormenta de Santa Rosa se constituyó con las temperaturas de 27, 28 grados de los días 27 y 28 de agosto, es decir que hubo una primera tormenta convectiva que se desencadenó con copiosas lluvias, pero fue bastante más al este que nosotros -que Rosario-”.

Para ser más preciso el meteorólogo dijo que “se trata de una locomotora que generó la primera tormenta y luego vendrá la segunda, la tercera, y así sucesivamente; son aproximadamente entre 20 y 40 tormentas convectivas hasta fines de abril”.

Asimismo, destacó como “extraordinario” que “la población desde hace centenares de años acomodó una situación mística y religiosa -Tormenta de Santa Rosa- a una situación climática universal”.

“Es maravilloso que hayamos vinculado la primera tormenta convectiva que va a modelar la primavera, el verano y el otoño con un mito. En el hemisferio norte esto no ocurre”, apuntó.

Según cuenta el mito originario de Perú, Santa Rosa de Lima, fue una jovencita llamada Rosa cuya mamá le regaló una corona de rosas en la que después ella, colocó espinas, con el fin de salir de la tentación y dedicarse a la caridad, a atender a los demás, convirtiéndose así en la primera santa de Latinoamérica.

Más tarde, se la empieza a asociar con la tormenta porque cuentan que una vez las mujeres le rezaron para que al venir las invasiones, algo los salvara del ataque. Y cuando la invocaron, se produjo una gran tempestad en la que el capitán enfermó y murió en el acto, por lo cual debieron retirarse y no pudieron invadir. De ahí que cuando se desatan fuertes tormentas se la asocie con Santa Rosa de Lima.

¿Qué veranito nos espera?

Para tranquilidad de los rosarinos, Blotta Stengel aseguró que no tendremos un verano tan “caliente” sino que será a partir del 2021/2022 que estaremos expuestos a mayores temperaturas.

“En 1957 fue la última vez que hizo 43 (grados mercurio). Desde ese año nunca volvimos a llegar ni siquiera a 39,9 (grados mercurio). En tanto las temperaturas mínimas desde el año 1970, jamás llegaron a 30 (grados mercurio). Es decir que hemos atravesado 50 años de bondad climática”, expresó.

Pero en seguida adelantó que “entre el año 2021/2022 hasta el 2070/75 vamos a volver a las posibilidades de encontrarnos con 43 (grados mercurio) de máxima y 30 (grados mercurio) de mínima como tuvimos entre 1920 y 1970. Y luego de 2070 hasta el año 2120 vamos a repetir temperaturas más bondadosas y más fresco. Y así va de a 50 años ciclando nuestro clima”, finalizó.

Aunque parece que el invierno no se quiere ir, sólo queda resistir los últimos días de frío y prepararse para recibir la primavera que nos espera con agradables condiciones meteorológicas.