Como ya es tradición, los alumnos de secundaria, tanto de escuelas públicas como privadas, que terminan el cuarto año, volvieron a realizar el Banderazo, celebración que consiste en asistir al Monumento Nacional a la Bandera, precisamente con banderas y remeras de colores para festejar que pasan a quinto y, en algunos casos, el viaje a Bariloche.

Luego de las fiestas pre-banderazo a la madrugada (las cuales no todas las escuelas realizan) y de asistir a la puerta del colegio en el horario de ingreso para cantar y celebrar, los estudiantes se concentraron desde temprano en el Monumento, donde la euforia y la alegría seguirán hasta cerca del mediodía.

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La marcha de los alumnos va acompañada de tambores, aplausos, cotillón, canciones y en la mayoría de los casos pirotecnia y alcohol.

No obstante, las fuerzas policiales aseguraron que hasta ahora no se han producido incidentes graves, por lo que el Banderazo es todo un éxito, tanto para los que festejan como para el resto de la ciudad.