Foto: Rosario3/Alan Monzón

Otra vez la conmoción en Rosario llegó a través de las balas.  A primeras horas de este lunes feriado se conoció que desconocidos habían atacado a balazos a la reconocida parrilla El Establo, en Avenida Pellegrini y al histórico y emblemático carrito Jorgito’s Junior, todo un símbolo de la zona sur de Rosario. En las balaceras resultaron heridos un mozo, en el primer establecimiento y dos clientes en el segundo. Afortunadamente, todos salvaron su vida y no hubo que lamentar víctimas fatales.

Tras las primeras diligencias, angustias y corridas, a medida que fueron pasando las horas, los protagonistas fueron dando sus pareceres y relatando como se vivió la aterradora experiencia.

Los empresarios nucleados de Aehgar (Asociación de Empresarios y Hoteleros Gastronómicos de Rosario), reconocieron una gran preocupación en el sector y su presidente, Carlos Meliano, aseguró “Quieren meterle miedo a la sociedad en su conjunto”.  Por su parte, Alejandro Pastore, secretario de Aehgar y titular del paso Pellegrini, emitió una opinión similar y diferenció estos ataques de las amenazas que recibieron algunos locales a cambio de protección. «Aquellas amenazas ya se encuentran judicializadas y en principio, parecían no tener demasiado asidero», señaló Pastore, para luego quejarse sobre las medidas de seguridad que, «claramente no están funcionando».

Por su parte, el titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos, Sergio Ricupero, advirtió que es una locura lo que se está viviendo y que «no se puede arriesgar la vida por ir a trabajar».

“Tratamos de ser cuidadosos y de dar tiempo a las autoridades para que se ocupen de esto”, explicó en diálogo con LT8,  “pero es muy difícil poner paños fríos». «Las autoridades deben tomar el toro por las astas, por el bien de los trabajadores y de la actividad”.

«Esto es terrorismo»

Otra de las voces que se hizo oir es la del dueño de la parrilla El Establo, Osvaldo De Marco, quien en diálogo con De 12 a 14, en canal 3,afirmó que el ataque a balazos a su restaurante, fue un acto terrorista. «Pudo haber hecho un desastres esta persona», reflexionó y agregó que el local seguirá abierto. «Pero acá podrían haber muerto muchas personas». Además señaló: «Quisiera haberle puesto el pecho al negocio y que no le pase nada a nadie. Esto es terrorismo ¿que otra palabra sino es esa?

Martín, uno de los comensales de El Establo, que también dio su testimonio a los medios de la ciudad, relató que estaba comiendo con una pareja amiga cuando una bala hizo estallar la botella de vino que tenían en la mesa.

El joven recordó que estaba copn un grupo grande, festejando el cumpleaños de su suegro. «En un momento me levanté para ir al baño y cuando volvía a la mesa, los mozos estaban gritando ‘tirénse todos al piso, están baleando el frente». Fue un caos total. Me fije que mi familiar estuviera bien y nos fuimos hacia la cochera, en la parte trasera del local».