Por Julia Simonetta – Fotos y video: Darío Soldani – Edición: Hernán Cabrera

La Biblioteca Popular “Cachilo” viene trabajando desde el año 2000 en la zona oeste de la ciudad, en su sede de Virasoro 5606, lugar donde se puede encontrar un sinfín de material bibliográfico para niños y adolescentes además de poder presenciar espectáculos, festivales, asistir a clases de guitarra, plástica, acrobacia en telas y mucho más.

Cuando se lee la historia de este espacio y lo que representa para el barrio, no quedan dudas de que es indispensable. En un primer momento surge a partir del proyecto de la radio comunitaria Aire Libre, donde la idea era trabajar la comunicación popular desde lo presencial.

Claudia Martínez, una de sus coordinadoras, dialogó con Conclusión y cuenta que “en el barrio la biblioteca es muy referencial, todos los vecinos la conocen, no hay nadie que no haya venido a hacer algo, ahora vienen con sus nietos a la bebeteca». Y agregó: “Una biblioteca es ofrecer posibilidades de descubrir lo que a uno le gusta y también es una gran fuente de información”.

Si bien cuentan con la cuota de los socios y con subsidios que se les otorgan a todas las bibliotecas del país por ley, también realizan fiestas, festivales y bonos para poder mantenerse.

“En este último año se nos ha puesto muy difícil porque infraestructura de este tipo, con dos plantas, cosas que se rompen… entonces ahí apelamos a empresas, a los vecinos que saben arreglar la electricidad por ejemplo, la cooperación es importante como es importante que el Estado reconozca que esto no lo hace, no lo tiene en sus planes entonces debe apoyar estos proyectos donde hay legislación vigente y la tienen que cumplir”, comenta Claudia.

La decisión del actual gobierno nacional de dar por tierra con la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual incidió negativamente en estos espacios culturales.

“Estuvimos 30 años peleando una nueva ley para sacar la ley de comunicación de la dictadura, se discutió en foros, jornadas, había comenzado a funcionar con toda la dificultad del mundo, pero íbamos caminando y se había aprobado un 33% para cada sector, empresa, Estado y organización social, era la primera vez en la historia de la radio comunitaria que íbamos a tener pauta estatal y de la noche a la mañana no está más, fue terrible», afirma Martínez.