Por: Julián Pinto 

El Bullying es una conducta de persecución, hostigamiento o intimidación, la cual puede ser física, verbal o social, que realiza un alumno contra otro, al que escoge como víctima en repetidos ataques. La continuidad de esta relación provoca en las victimas efectos claramente negativos, como la ansiedad, descenso de autoestima, cuadros depresivos y hasta reacciones físicas que dificultan la integración en el medio escolar.

Para profundizar sobre el tema, Pamela Gabriel, licenciada en psicopedagogía, charló con Conclusión y compartió su forma de trabajar y múltiples maneras de tratar este tipo de represión.

“El Bullying es inaceptable, no se puede aprobar esta conducta violenta”, fueron las primeras palabras que deslizó la profesional. “Es una persecución agresiva, física, verbal, donde se discrimina al otro”, agregó.

El problema aumenta al considerar que existe un segundo universo, donde los testigos son los profesionales y el personal del colegio.

“La tarea del docente se ve afectada debido a que se encuentra sin respuestas ante la situación. Lo mejor que puede hacer es involucrarse, armar una estrategia para poder trabajar con las partes, crear un ambiente de contención para la víctima, el agresor, quienes observan y no participan, y sobre todo los padres”, detalló la profesional.

Por otro lado, cree que las charlas de prevención deberían estar dentro del sistema educativo, enseñándose de igual manera que el tema de las relaciones sexuales. “No se habla del Bullying porque no le dan importancia. La institución debe tomar responsabilidad ante los sucesos y comprometerse, llevando un seguimiento individual y grupal. La mayoría de las veces los papás, maestros y directivos, lo toman como una pequeña broma entre compañeros debido a que son ‘niños inocentes’, y en realidad no es así”, agregó.

Los agresores se caracterizan por ser personas muy seguras de sí mismas con alta autoestima, nada les representa un obstáculo, e intentan imponerse al resto de sus compañeros para liderar el grupo, son físicamente potentes, demostrando poder y fuerza, recurriendo a la manipulación de la masa, siendo agresivos e impulsivos por lo que carecen de habilidades sociales para comunicar sus deseos y ponerse de acuerdo con el grupo.

“El atacante puede ser un chico frustrado, teniendo conflictos internos que es uno de los principales detonantes. A su vez, surge un deseo de pelearse con la gente, no respetar las normas de convivencia, desafiar las autoridades, entre otros aspectos”.

Las causas del Bullying son múltiples y complejas. Por un lado, se encuentran las familiares, en donde son fundamentales las relaciones entre sus miembros, los estilos educativos de los adultos responsables, y las relaciones que los hijos entablan entre ellos. “Si sus hermanos fueron represores o violentos, al igual que también pudieron ser sus padres, tiene mucho que ver el trato que desarrollará este niño, para verlo luego reflejado en su vida”.

Por el otro extremo se encuentran los motivos individuales, donde se localizan niños con dificultades para el autocontrol, con baja tolerancia a la frustración, depresión stress, entre otras.

“Muchos papás vienen a las consultas angustiados, llorando porque el nene no habla, no quiere ir a la escuela, y es ahí donde comenzamos a indagar. Muchas veces el afectado tiene vergüenza de contar la situación que está viviendo, temiendo a ser juzgado”.

“Con respecto a la figura paterna debe contenerlo, escucharlo, sentarlo y decirle que puede confiar en él. Es más, los pequeños admiran mucho a aquellos adultos que tienen el don de prestarles atención, guiándolos de alguna u otra forma”, expresó.

El Bullying, tanto para varones como para mujeres, tienen distintos contextos

“Las niñas usan más la agresión social. ‘Me aíslo yo con mi grupo y a vos te dejo sola’. ’Voy a inventar un rumor sobre vos porque no me caes bien, y porque me compré un jean de marca y vos no. ‘Porque sos linda no te quiero’, son frases que se suelen utilizar. Es terrible al punto que se llega de exclusión a nivel grupal. Hay casos que terminan en anorexia/bulimia por el acoso continuo”.

“En la ocasión de los hombrecitos, victimizan más que las niñas y utilizan la agresión física y verbal”, redondeó para finalizar el tema.

Mensaje de reflexión

“Los jóvenes tienen que crecer sin ser víctimas de violencia, para poder llegar a la pubertad y poder lograr una buena identificación. Los niños y adolescentes tienen derecho a vivir en un ambiente afectuoso, y nosotros como adultos tenemos la responsabilidad de involucrarnos en la enseñanza, en el aprendizaje de todos ellos. No tiene que dar miedo el Bullying, hay que enfrentarlo y decirle basta, hasta acá llegaste”.