Cuando las crisis económicas golpean, los clubes de barrio son de los primeros en sufrirla. En esos momentos en donde el bolsillo de la gente comienza a estar cada vez más ajustado, lo primero en lo que se recorta es en los consumos de tipo cultural, recreativo, deportivo o social.

Esta baja en los ingresos, sumado a las tarifas cada vez más altas en los distintos servicios, ponen en un gran aprieto a las instituciones, que tienen que rebuscárselas de distintas maneras para poder sortear las complicaciones y lograr mantener a las familias dentro de los clubes.

Además de la mano que da el gobierno provincial, disminuyendo en un 50% las tarifas de luz y agua, unos 346 clubes de la provincia reciben una ayuda por parte de la Nación a través del programa Clubes Argentinos, lanzado en 2015, que consiste en un reintegro del 40% de las facturas abonadas por las instituciones inscriptas en el mismo.

Sin embargo, desde enero muchos de los clubes a raíz de un retraso en los pagos dejaron de percibir este dinero, siendo incluso en algunos casos el último pago recibido el correspondiente a septiembre del 2017. Esta demora expone aún más la preocupación de las entidades, que empiezan a contraer deudas en el tiempo por cifras cada vez mayores.

Conclusión consultó al respecto a Marcelo Giraudo, coordinador del mencionado programa de la Secretaría de Deportes de la Nación, quien reconoció que existe un retraso y aseguró que los clubes poco a poco están recibiendo el respectivo dinero correspondiente al reintegro, a la vez que manifestó que el objetivo primordial es que las instituciones barriales comiencen a recibir una tarifa diferenciada.

“Es algo que nosotros tenemos asumido y vamos a cumplir”, aseguró, al tiempo que aclaró que “hay tiempos administrativos” y que el hecho de que algunos clubes reciban antes que otros la plata también responde a la situación puntual de cada uno, en relación a los tiempos y las formas en que se inscribieron como así también a la particularidad del reclamo.

Consultado sobre cuáles fueron los motivos que derivaron en este retraso, Giraudo respondió que se debió a un “encadenamiento de cosas” tales como “cambios de jurisdicción” o “algunas modificaciones en los circuitos administrativos”.

Pablo Catán, secretario de Desarrollo Deportivo de Santa Fe, contó a Conclusión que la provincia mantiene una conversación fluida con Nación y explicó que desde su rol se encargan de acompañar y acercar los reclamos que llegan de parte de las instituciones. En ese sentido, aseguró que esperan que el dinero “llegue en el corto plazo”.

“Nosotros esperamos que el dinero llegue en el corto plazo. Estamos permanentemente en contacto con la oficina correspondiente de Nación, reclamando el reintegro a los clubes que ya tienen hecho su proceso. Es muy heterogéneo el tema porque hay entidades que están más al día y otras retrasadas, pero efectivamente hay un retraso y lo que estamos pidiendo es que se regularice lo antes posible. Fundamentalmente porque los clubes están teniendo problemas, hay muchos que están haciendo planes de pago porque no pueden afrontar todas las facturas”, aseguró Catán, que luego continuó: “Hubo también algunos inconvenientes en donde se rechazaba el reintegro porque no coincidía la factura con lo que habían pagado, y no coincidían porque era una cuota para poder continuar con el servicio. Eso es como una cadena que, si no se pone al día, lo que genera es esta situación de mora de los clubes que también va reconsiderando o reestructurando el pago de la deuda”.

 

Ley Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo

Tanto Marcelo Giraudo como Pablo Catán creen como fundamental, además de la regularización de la situación de los reintegros atrasados, que los clubes deben comenzar a recibir una tarifa social diferenciada, con los descuentos reflejados directamente en la factura en lugar de realizar todo el proceso burocrático que conlleva el actual plan.

Es por esto que desde ambas secretarías impulsan el reclamo de las instituciones para que se reglamente la Ley Nacional de Clubes de Barrio y de Pueblo, sancionada por el Senado de la Nación en diciembre de 2014, que establece la implementación de una tarifa social básica de los servicios públicos junto con otras medidas como la creación de un registro, la asignación de fondos para obras y de derechos de propiedad.

Al respecto, el coordinador del programa e integrante de la Secretaría de Deportes de Nación, explicó que para que se ponga en marcha la ley sólo restan “cuestiones administrativas y operativas de cómo pasaría a funcionar el sistema”.

“Hay muchos actores en el medio, entes reguladores, gobiernos provinciales, muchas personas que estamos trabajando para ver cómo ordenamos esto. Pero estamos trabajando hace mucho con este tema. Creemos que lo tenemos resuelto y estamos muy cerca de llevarlo adelante”, detalló.

Pablo Catán, por su parte, expresó que la situación les preocupa y que están ocupados en “acompañar a las instituciones deportivas” para la reglamentación de esta ley, que simplificaría los trámites para los clubes y les sería de gran ayuda.

En lo que refiere a la situación santafesina, el secretario de Desarrollo Deportivo contó a Conclusión que el gobierno provincial aplica en la tarifa de agua y de luz un beneficio del 50% sobre el consumo que realiza cada uno de los medidores. En 2018, la inversión en absorber ese porcentaje es de entre unos 50 y unos 60 millones de pesos.

Los clubes que además están inscriptos en el programa Clubes Argentinos, que en Rosario son unos 40 (de un total de 3.925 a nivel nacional), reciben un reintegro sobre la totalidad de la factura de gas y un 40% sobre la tarifa de agua y luz que ya cuentan con el descuento provincial.

¿Cómo hacerle frente?

Mientras esperan por la plata que les adeudan y por la reglamentación de la ley, los clubes de barrio deben arreglárselas para llevar adelante el pago de las deudas que reciben mensualmente. Si bien las realidades varían en mayor o menor medida según cada institución, ninguna queda exenta de la problemática.

Por ejemplo, en el caso del Club Libertad, que está registrado en el programa nacional, desde enero no recibieron ningún dinero de reintegro, que “antes llegaba a cuentagotas”.

“En enero nos llegaron facturas de septiembre u octubre del año anterior y ahora está como parado. Te dice que la carga fue aprobada pero por más que se acrediten las facturas la plata nunca llega”, aseguró a Conclusión el presidente de la institución, Pablo Laporte.

El principal sostén del club en la actualidad radica en su pileta climatizada de natación, que hoy cuenta con unos 800 nadadores regulares.

“Con 300 nadadores, hoy por hoy una pileta no la podés tener abierta con estas facturas”, aclaró Laporte. En el caso particular de Libertad, de las últimas tres tarifas mensuales de gas, dos fueron de alrededor de $55.000 pesos y la restante de $62.000.

Con respecto a la cuota social, que hoy se acerca a los 250 pesos, desde el club no quieren ni pensar en aumentarla, ya que saben que eso luego se refleja el alejamiento de las familias y los socios. Algo similar les ocurrió en 2001, cuando la masa societaria, que generalmente ronda en los 1.600 asociados, llegó a las 90 personas, al borde del cierre. El último aumento fue de un 25% en julio, luego de un año y medio en el que estuvo congelada.

“La primera problemática es esa, que el club es algo de lo que a lo mejor se puede prescindir cuando empezás a ajustar un poco. Por ahí de una familia que antes venían todos al club ahora sólo vienen los chicos a hacer deporte y los padres a lo mejor se borran. Eso es un impacto que ya lo pasamos, por lo que para no sufrir lo mismo que en 2001 en cuanto vino este tema de que se disparó todo lo principal fue no usar la misma receta como solución, porque ya sabemos que no funciona”, expuso el presidente de la institución de Felipe More 1160.

Libertad será el próximo martes 16 de octubre a las 19 sede del Foro Regional de Clubes contra el Tarifazo, organizado por la Red de Clubes de Rosario, donde se juntarán para realizar una agenda en común con las problemáticas de las instituciones, que principalmente giran en torno al incremento de las tarifas y el impacto en las instituciones.

“Nosotros participamos tanto en la Red de Clubes como en Areda (Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateurs), que nuclean instituciones, y tanto esos puntos de encuentro como el foro son importantes porque las problemáticas son las mismas para todos. No hay excepciones. Los clubes grandes también tendrán más gastos, más consumos, y los clubes más chicos tendrán menos gastos pero las cuotas sociales son de 50 pesos (dentro de lo que es la red de clubes la mayoría tiene cuota societaria entre los 50 y 100 pesos). Entonces, según la escala del club varían los gastos, y la red lo que nos permite es encontrarnos y desde ese lugar buscarle soluciones a los problemas cotidianos, y poder hacernos escuchar desde ese lugar”, explicó Laporte.

Pablo Montero, presidente del Club Deportivo y Social Lux, se encuentra en una situación distinta que Libertad, pero sufre de igual manera la situación actual.

En el caso de Mercadito, la masa societaria no sólo no bajó sino que incluso se incrementó, a raíz de la implementación de nuevos deportes y actividades con las que el club no contaba. No obstante, si bien hay más socios y un mayor movimiento de gente, muchos de los que ya llevaban años dentro del club han planteado la situación de no poder hacer frente a la cuota, por lo que la decisión del club fue o becarlos o dejar en “stand by” las cuotas para que se pongan al día cuando se acomoden. Por ende, incrementó la cantidad de socios, pero no subieron los ingresos.

“A nosotros no nos sobra la plata. Hoy, si bien no estamos generando deudas, el dinero que tenemos es sólo para mantenernos y cubrir las obligaciones mensuales que tenemos. No nos queda nada para nuevas obras, no podemos invertir en nada nuevo, y para nosotros como dirigentes es malísimo porque a nosotros nos gusta que el club crezca permanentemente. Mantenerse es importante pero no es bueno, porque lo que mantenés en el tiempo después se termina deteriorando o empieza a caer”, detalló Montero.

En Social Lux, la cuota actual es de 100 pesos para los socios y 200 para los deportistas, contando con una masa societaria de entre 500 y 600 asociados.