«Si no lo arreglamos, los atamos con alambre», así dice el dicho y eso es lo que ocurre en calle Corrientes entre Rioja y San Luis donde se rompió un caño de agua y la empresa Aguas Provinciales  colocó un corralito para disimular la inundación.

La vereda inundada se encuentra a mitad de cuadra. Quienes circulan por el lugar tienen que cruzar la calle porque sino, resulta imposible circular sin mojarse los pies.

A la raíz de las numerosas denuncias de los vecinos de la zona, la empresa Aguas Provinciales decidió colocar un «corralito» para evitar que la gente pase pero sin solucionar el problema.