La inseguridad y el crimen organizado en Rosario se hicieron moneda corriente. Se ha naturalizado contar la cantidad de muertos o baleados del día por diversos enfrentamientos vinculados al narcotráfico, con relación directa o indirecta. La semana pasada, el asesinato de un trabajador de una estación de servicio sacudió la agenda y volvió a poner a la ciudad en el centro de la escena nacional. Las marchas y movilizaciones de los vecinos reclamando parecieran ser poco ante la magnitud que adquirieron los acontecimientos.
En ese marco, los centros comerciales rosarinos plantearon su preocupación sobre el tema y, en una reunión de representantes de cada zona, debatieron y analizaron medidas a aplicar para no verse afectados en sus labores. Allí definieron conformar una asamblea el viernes 12 de mayo entre sindicatos y algunas cámaras nucleadas en la Asociación Empresaria de Rosario para plantear requerimientos al Ministerio de Seguridad, gobernador y fiscales.
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Entre ellas, se evalúa la posibilidad de un cierre masivo para este miércoles, aunque esto aún no está definido. Exigirán respuestas ante el incremento de los hechos de violencia y los llamados extorsivos para varios espacios de servicios, modus operandi que se profundizó el año pasado, con diversas amenazas a dueños de locales.
Precisamente, Miguel Rucco, representante del Centro Comercial Calle San Luis, señaló: “Tras los hechos de la semana pasada, junto con sindicatos, sectores comerciales y cámaras asociadas a la Asociación Empresaria, vamos a tener una asamblea el viernes para manifestar los requerimientos puntuales que le vamos a hacer al Ministerio de Seguridad, al gobernador, también a los fiscales y a la política”.
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“Entendemos que en este punto tiene que haber un acuerdo y tienen que trabajar unidos todos los actores para que no volvamos a tener más muertos en nuestra ciudad y en nuestros centros comerciales”, planteó.
Sobre la convocatoria, Rucco se mostró satisfecho por la nutrida participación tanto de las cámaras empresariales como los pequeños y medianos comerciantes vinculados a los centros comerciales a cielo abierto distribuidos en la ciudad.
Finalmente, apuntó que este es un problema de “sábana corta, donde escasean los recursos y eso torna aún más dificultoso encontrar una solución a corto plazo”.
