Todo cerrado. El centro rosarino se convirtió en un paseo peatonal para caminar y visitar algún bar, pero las vidrieras sólo se podían mirar de afuera porque todos los locales permanecían cerrados en el marco del Día del Empleado de Comercio.

Desde el gremio habían resaltado a Conclusión que sabían que el acatamiento a esta conmemoración sería total en el centro y en los barrios se podría encontrar algún que otro comercio abierto atendido por los dueños.

El secretario general de la Asociación Empleados de Comercio de Rosario, Luis Battistelli, había comunicado que para el gremio este día «es un feriado», por lo que se esperaban que la adhesión sea «total», y así fue.

 «Una vez más podemos celebrarlo. Están los empresarios con los que, de común acuerdo, hemos pactado que sea el último miércoles de cada año. Algo que venimos realizando desde antes de que saliera la Ley a nivel nacional, así que, en cierta medida, Rosario ha sido pionera para el festejo del Día de Empleados de Comercio».

Sin embargo, los mercantiles resaltan que la conmemoración se da en un contexto difícil para la economía argentina.