Clausuraron un comercio de venta de bebidas por no estar exceptuada de la cuarentena obligatoria y nacional. A pesar de la medida, los propietarios decidieron abrir las puertas y sus empleados tuvieron que ir a trabajar a puertas cerradas.

La empresa es distibuidora de bebidas alcohólicas y tiene dos locales en la ciudad. Este sábado la clausura fue para el de Pellegrini al 500 donde sus empleados estaban trabajando a puertas cerradas y haciendo deliverys con un horarios reducido.

Si bien las distribuidoras están dentro de las excepciones de las medidas, la venta al público a través de los locales comerciales no, pero los propietarios de la empresa hicieron caso omiso a la decisión.

La clausura surge luego se una inspección de la municipalidad tras una denuncia anónima.