En un clima de profundo dolor e indignación los taxistas despidieron a Gerónimo Escobar, el taxista de 57 años que fue asesinado este jueves a las 4 de la madrugada en un intento de robo en la zona sur de la ciudad.

La caravana de taxis con sus chapas tapadas con color negro, en señal de luto y protesta por la ola de inseguridad que los azota, acompañó a la familia en el cortejo desde la casa velatoria hasta el cementerio La Piedad.

Gerónimo Escobar de 57 años, hacía 17 que compartía su vida con Rita, tenían un hijo de 13 años y completaban la familia dos hijas de la mujer.

Rita había manifestado que Escobar no trabajaba habitualmente en ese horario, pero ese día decidió salir «para juntar unos pesos para festejar el cumpleaños del nene que el domingo cumple 14». En medio de tanto dolor, la mujer recordó entre lágrimas que «era una muy buena persona». Hoy lo despidió junto a sus hijos.