Por Alejandro Maidana

Después de una década de discusiones que abrazaron luchas e incertidumbres, llegó el cambio de paradigma tan ansiado. Un camino hacia otra manera de ver ciertos usos, una colectora en donde la consciencia y la costumbre se juntarían al final de un trayecto necesario.

El 1° de abril de 2016 los supermercados y autoservicios de Rosario dejaron de entregar bolsas descartables. “La medida tuvo muy buena recepción en la ciudadanía y posteriormenente otras ciudades emprendieron medidas similares, tal como la ciudad de Buenos Aires. Por entonces, en Rosario se inició un camino irreversible”, destacaron desde el Taller Ecologista.

El plástico es un material clave para la economía mundial: se usa para fabricar automóviles, teléfonos celulares, juguetes, ropa, embalajes, dispositivos médicos y mucho más. En los últimos años la producción mundial de plástico ascendió a 322 millones de toneladas. Y la cifra sigue creciendo: se cree que en el 2050 se puede cuadruplicar.

Debido a sus bajos precios, el plástico se usa principalmente para crear productos desechables que contaminan de manera dramática el planeta y generan graves problemas ambientales, económicos y sociales.

“Seguimos adelante para bajar el índice de residuos, el uso de plásticos y descartables. Lo logrado con las bolsas en los supermercados sin duda alguna representa un avance más que importante en l toma de consciencia de la población”, sostuvo Moskat en diálogo con Conclusión.

Nuevos proyectos

Dentro del trabajo articulado para la reducción de residuos, desde la organización dieron a conocer dos iniciativas en las que vienen trabajando. La primera está vinculada a la eliminación de artículos descartables en el Concejo Municipal. A fines de 2017, junto a otras 12 organizaciones de la ciudad, presentaron un proyecto de resolución para que la institución deje de utilizar artículos tales como vajilla, vasos y envases descartables en sus actividades, reemplazándolos por elementos reutilizables. Hoy el proyecto está en manos de la Presidencia del Concejo, que debe definir su aprobación.

“Este es uno de los proyectos presentados a fines del año pasado. Creemos que es una buena iniciativa, ya que el ejemplo del no uso de descartables estaría partiendo desde el lugar que se debate este cambio cultural”, indicó.

La reutilización de frascos y botellas de vidrio, es el nuevo desafío llevado adelante junto a la cooperativa Mercado Solidario. Esto apunta a que el consumidor devuelva los frascos y botellas de vidrio para su reutilización, obteniendo un beneficio económico por ello. Como dato relevante indicaron que actualmente la ciudad desperdicia, desechándolos en el relleno de Ricardone, alrededor de 24.000 kilos de vidrio por día. Algo que claramente bajaría de manera considerable el impacto ambiental y nos posicionaría desde otro lugar para el sueño de basura cero.

“Pretendemos comenzar desde los pequeños emprendimientos y cooperativas, generar la acción de utilizar sistemas de envases más sustentables que se antepongan a la lógica de lo descartable. La localidad de Ricardone recibe todos los días 800 toneladas de residuos de la ciudad de Rosario, los vidrios estarían ocupando 24 de esas 800”, enfatizó.

Avanzar en la meta de basura cero sigue siendo prioridad, “es un sueño por el cual trabajamos arduamente y sin descanso. Consideramos que la recepción en la ciudadanía es muy buena en torno al cambio de ciertas prácticas cotidianas”, concluyó Mirko Moskat, coordinador del área de residuos del Taller Ecologista.