La Asociación  de Obreros del Transporte Automotor (Aota), cuestionó la incorporación en el transporte urbano de Rosario, de las primeras 150 unidades monitoreadas, a través de 600 cámaras a bordo.

“La medida no suma nada y solo puede tener un fin comercial del municipio con empresas proveedoras de estas cámaras. A los colectivos le van a seguir robando, solo que ahora quizás a alguno le veamos la cara”, sostuvo Alberto Montenegro, secretario general de Aota.

En ese sentido, el dirigente gremial dijo: “Acá hay que trabajar en seguridad en serio, declarar la emergencia en seguridad, poner policías probos arriba de los colectivos”.

“Hace varios años que venimos padeciendo un problema de inseguridad profundo en la ciudad y no solo la sufren los colectiveros, sino los usuarios, también la padecen los compañeros taxistas. Es un flagelo que se instaló y el estado nunca pudo darnos respuestas”, agregó Montenegro.

Continuamente, el secretario general de Aota expresó que, las cámaras, los botones de pánico “son paliativos casi inexistentes y crea un negocio que nos permite sospechas. Hay que formar una policía eficaz y que trabaje seriamente en la inseguridad particularmente en horario nocturno”.

“Desde hace muchos años reclamamos actitudes serias del estado provincial, municipal y responden con migajas, evidentemente dar seguridad a la población les queda muy grande”, lanzó Montenegro.