En el mundo de la gastronomía, el sándwich es un elemento culinario de suma relevancia y por demás conocido en casi todas las culturas que atraviesan el globo terráqueo y hoy se festeja su día en forma internacional.

La diversidad, en gusto y sabores, es una de las cualidades que posee este bocadillo, elección de muchos comensales que lo prefieren a la hora de degustar algún manjar, ya sea por practicidad en su realización o por placer.

Los orígenes de esta palabra tan usada en las cartas de comidas se remonta al siglo XVII. Y justamente este día coincide con el nacimiento del inglés John Montagu (1718-1792), también conocido como el IV Conde de Sándwich, Inglaterra.

Existe una leyenda que cuenta que en el siglo XVIII este hombre solicitó a su servidumbre que ubique un trozo de carne entre dos rebanadas de pan para no ensuciarse las manos y poder seguir jugando a las cartas, actividad que lo apasionaba.

Conclusión visitó una tradicional sandwichería rosarina para hacer honor a este día tan memorable para algunos expertos culinarios y amantes de esta comida que, entre dos panes, lo contiene todo.

Oscar, dueño de Monreal, contó que hace «sesenta años» están en el rubro y que los conocen «de la ciudad y de otras partes, como Córdoba, Buenos Aires, o gente que pasaba por Rosario y entraba exclusivamente para comprar sándwich».

El secreto de una sandwichería para mantenerse en el tiempo, según el gastronómico, es que «nunca cambiamos la calidad, lo que hace que «muchas generaciones: abuelos, padres y nietos que siguen viniendo. Gente que venia de chicos y ahora tienen 30 o 40 años y siguen viniendo».

El factor común en los lugares en donde se realizan sándwiches, es la variedad. «Existen muchas variedades. Tenés de calamares, de salchicha, de lomo, de cebolla salteada, de pollo y queso, hay sándwich para todos los gustos», mencionó el dueño del local.