Las escuelas Jesús Obrero y Espíritu Santo debieron suspender la jornada prevista para hoy “Haciendo arte, deshaciendo violencia” luego de que anoche se produjera una balacera justo en frente de dichos establecimientos educativos.
Tras consultar con autoridades educativas, decidieron postergar la actividad y realizar tareas dentro de la escuela sin presencia de los alumnos.
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“Es una lástima haber tenido que suspender”, lamentó en diálogo con Conclusión el Padre Marcelo mientras explicaba lo sucedido: “Ya venían pasando hechos de violencia cercanos a la escuela, en todos los barrios de Rosario pasa, entonces el equipo directivo y los docentes decidimos visibilizar este tema y socializar para que también los alumnos puedan hablar sobre esto. Era una jornada que buscaba darle respuesta a la violencia desde el arte, como un camino para salir de la violencia”.
Ante la situación, se les preguntó a las autoridades para que les den una orientación sobre qué hacer y les dijeron de suspender la jornada. “Les dijimos a los alumnos que no vengan mientras nosotros estamos trabajando con los docentes para hacer frente a estas nuevas realidades y estar lo más atentos posibles para cuidar a los chicos”, manifestó.
“Preocupa mucho el ingreso y el egreso de la escuela. Estamos viendo para el martes, que es el próximo día de clases, prever algunos cambios para cuidar más a los chicos”, consideró el Padre Marcelo.
En ese sentido expresó que “la tristeza y el dolor es lo que más afecta, porque uno espera de una escuela que sea un lugar seguro para los chicos, donde puedan crecer y desarrollarse. Pero también uno piensa cómo evitar o prever una balacera y no podemos hacerlo, entonces dentro de lo que podamos nosotros, de lo que esté a nuestro alcance, tratamos de cuidar lo más posible a los chicos”.
“Queremos que la escuela sea el lugar donde expresamos lo que sentimos, lo que nos pasa, tiene que seguir siendo ese espacio, entonces veremos cómo y cuándo retomamos la actividad prevista para hoy. Solamente se pospuso”, aclaró.
Por último, admitió que cada vez es más visible el aumento de la violencia en la ciudad. “Es una gran preocupación porque la violencia trae dolor y ya no hablamos de inseguridad sino de violencia, porque una balacera es violencia”, concluyó.
