Por Guido Brunet

Una familia rosarina de barrio Triángulo vive horas dramáticas producto de dos ataques a su vivienda durante este fin de semana. Sin razón aparente, la casa, ubicada en Teniente Agneta al 3200 en barrio Triángulo, fue baleada en dos oportunidades en las últimas horas.

En el primer hecho ocurrido cerca de las 0 de este domingo, la vivienda de zona oeste recibió cuatro tiros. Según los habitantes de la casa, dos personas llegaron en moto, una de ellas se bajó y comenzó a disparar contra la vivienda. En ese momento se encontraba la dueña de la casa con uno de sus hijos de 15 años, que estaba justo detrás de la pared atacada.

 

El segundo episodio ocurrió este domingo cerca de las 18, cuando nuevamente ocurrió una agresión armada de similares características. Fueron seis las balas, que esta vez ingresaron al comedor del domicilio. Afortunadamente no se registraron heridos, pero los habitantes del domicilio viven momentos de extremo temor y tensión.

La familia realizó la denuncia correspondiente, por lo que al lugar acudieron agentes policiales y de la PDI, pero, a pesar del pedido de la familia, no enviaron custodia a la casa. Mientras tanto, los habitantes de la casa esperan seguridad ante el temor de un nuevo ataque.

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“Mi mamá lo vio a través del vidrio de la puerta y cuando empezaron los disparos se tiró al piso”, relató el dramático momento Gastón, uno de los habitantes de la casa.

“Sentimos mucha impotencia. Mi mamá está muy mal, no puede creer lo que está viviendo. Ella no tiene ningún problema, ni siquiera con una vecina. No sabemos por qué nos hicieron esto, ni siquiera dejaron una nota”, contó Gastón.

 

La única explicación de los ataques que encuentran en la familia es que en la misma cuadra hay una casa deshabitada, a la cual intentaron ingresar en varias oportunidades, presumiblemente para usurparla.

Sin embargo, no entienden la razón del ensañamiento con su vivienda. Cuentan que ellos viven allí desde hace veinte años y que nunca han tenido problemas con nadie.

La mujer que reside en la casa es titular de un comercio de repostería y golosinas ubicado en la vereda de enfrente, mientras que los hijos, según comentan, tampoco han tenido conflicto alguno.

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En cuanto a la situación de la seguridad en la zona, Gastón asegura que “en el barrio no hubo otros casos de balaceras, es bastante tranquilo, más allá de algún que otro robo; esto nos sorprende mucho a todos los vecinos”.

Las balaceras se han multiplicado en la ciudad en los últimos meses, y cada vez son más comunes los casos de ataques armados contra viviendas con el fin de expulsar a las familias para convertir el lugar en bunkers narcos.

Incluso el propio gobernador Omar Perotti, semanas atrás, se refirió al asunto al ser consultado por la prensa: “Es sin dudas el problema más serio y llevará más tiempo. Hay que empezar a achicar esa bola de nieve que se fue agigantando año tras año en el último tiempo. De la noche a la mañana no se para. Estamos en el camino de ir siendo cada día más firme”.