Después casi un mes de calor sofocante en Rosario y la región, y la llegada de lluvias por momentos intensas que alivianaron las últimas jornadas, Conclusión dialogó con el responsable del Centro de Monitoreo e integrante del Servicio de Alerta Temprana (SAT), Jorge Giometti, quien explicó que “hubo un bloqueo que duró tres semanas sobre el sur de Buenos Aires que hizo que no llegasen los frentes fríos a la región”.

“A diferencia de otros pulsos de aire cálido, lo que tuvimos fue ingreso de humedad, ya que el anticiclón semipermanente del Atlántico se puso nuevamente en marcha y aporta humedad”, señaló.

Si bien en temporadas pasadas hubo temperaturas elevadas, en esta ocasión se hizo menos llevadera, justamente, por la “humedad”.

Cuando el bloqueó cesó, Giometti explicó que empezó a entrar el frente frío a la región. También se rompió la racha de precipitaciones que, si bien fueron aisladas, hubo lugares que tuvieron lluvias de entre 60 y 120 milímetros.

“De hecho hubo lugares en los que llovió en demasía. Parte de la anomalía es que lo que no llovió en 30 días se produce en 24 horas, lo que tampoco es beneficioso, ya que la tierra no absorbe el agua como debería”, agregó Giometti.

Una de cal y otra de arena

Giometti dijo que hay una buena noticia para la gente del campo, y quizás una mala para las personas que viven en la ciudad, y es que “vamos a entrar a un Niño, en la ciudad habrá precipitaciones intensas en períodos cortos de tiempo”, por lo que alertó a que “se prepare para recibir lluvias que pueden superar los niveles deseados”.

Fin de semana

Empezamos con una mejora tamporaria., Se Para este fin de semana, el meteorólogo dijo que se esperan algunas tormentas aisladas.

“El sábado el viento rotará al sur con ciertas ráfagas, pero a partir del lunes habrá una inestabilidad hasta que se vaya definitivamente el exceso de humedad en la región”, añadió.

Lluvias que no venían a Rosario

Sobre las lluvias que se hicieron esperar en Rosario, Giometti consideró que “habría que hacer radio sondeos, en kilómetros fuera y dentro de la ciudad, para descartar que no sea la cúpula de la ciudad y que incidencia tiene”.

En este sentido dijo: “La ciudad tiene un domo de calor superior a áreas suburbanas porque en cada una de las casas de hay dos o tres aires acondicionados y cuando lo bajamos diez grados adentro, por ejemplo de 35 a 25, a esos diez grados los echamos afuera”.

Por eso insistió con que “habría que hacer un estudio científico con varios radiosondeos y ver cómo se comportan en esas condiciones las tormentas afuera ya dentro de la ciudad”.

Finalmente, con respecto al impacto de fenómenos producidos por el hombre sobre las condiciones climáticas Giometti señaló: “Cuando un frente está definido y avanzando, para poder detenerlo necesitaríamos una energía igual o superior a la que trae, lo que sería tumbar a un elefante con un escarbadiente. Algo prácticamente imposible”.