Tras las restricciones impuestas debido a la pandemia que paralizaron numerosas actividades por al menos dos años, el 2022 es el año del reencuentro para miles de fieles en el tradicional Vía Crucis encabezado por el padre Ignacio.

Desde las 20 inició su camino desde la Parroquia Natividad del Señor, luego de que a las 15 se realizaran oraciones por la hora de la muerte de Jesús, y también se llevara a cabo el rezo del Vía Crucis de los niños por las calles del barrio, comenzando desde la Escuela Natividad del Señor.

A las 17 hubo lectura e intercesión, junto con la adoración de la Santa Cruz y la Comunión.

En la semana hubo numerosas reuniones entre los organizadores y la Municipalidad para consensuar otras cuestiones, como cortes de calles, ordenamiento vehicular, acondicionamiento del espacio público y recorridos de líneas de colectivos.

Se trata de uno de los encuentros religiosos más concurrido de Latinoamérica. La popularidad de Ignacio Peries fue creciendo y con él las actividades por Semana Santa.

En el primero de los Vía Crucis que lideró congregó a unas 500 personas, en el segundo 1.500 y ya a la tercera celebración fueron más de 5 mil fieles. En 2016 participaron 200 mil personas y en 2019, la última antes de la pandemia hubo un récord de 350 mil fieles en el corazón de Barrio Rucci.

En cada iglesia barrial se realizan distintos Vía Crucis, en donde muchas veces son las familias las que llevan adelante las representaciones.

Orígenes

El viernes Santo tiene sus orígenes en la condena a muerte de Jesús por parte del romano Poncio Pilatos tras haberse proclamado como el Rey de los Judíos. Sin dudas que esta fecha representa aquellos sufrimientos que soportó en el camino a la cruz en el Monte Calvario.

Si nos basamos en los Evangelios, la decisión de Pilato, tuvo como consecuencia que Jesús fuera despojado de sus ropas, golpeado y agredido con piedras. Luego le colocaron una corona de espinas y le hicieron cargar con su propia cruz hasta el Monte Gólgota (Monte Calvario), en las afueras de Jerusalén.

Por ello, para los cristianos, este día representa una jornada de reflexión en donde las iglesias recuerdan la muerte de Jesús y el porqué de ese trascendental acontecimiento. En esta jornada se pueden ver los templos de esta religión sin adornos, donde no suena música instrumental y las imágenes se encuentran cubiertas, destacando que es el único día en todo el año que no se celebran misas católicas u ortodoxas.

En la religión católica no se celebra la eucaristía en Viernes Santo. Se realiza la Liturgia de la Pasión del Señor en la tarde del viernes, enmarcándose en la hora que se sitúa la muerte de Jesús en la cruz. La tortura sufrida durante horas y la posterior muerte de Jesucristo son los hechos recordados en esta jornada, que se representa con el Vía Crucis.

Para reflexionar sobre el sufrimiento de Jesús de Nazaret, los cristianos reviven las etapas de su muerte, divididas en 14 estaciones. De esta sentida actividad participan muchas personas, con la idea puesta en comprender el legado que quiso dejar Jesús, empezando desde su condena a muerte hasta su entierro. Por cada una de ellas, se reza una oración.

El color litúrgico es el rojo, en honor a la sangre derramada por Jesucristo. En la tradición cristiana, este día realizar ayuno de carne, aunque puede ser ayuno completo. Los ortodoxos no realizan este ayuno. También es costumbre cubrir las imágenes de Jesús con una tela morada por su ausencia.