Este 26 de agosto se celebra el Día Nacional de la Solidaridad. La fecha fue establecida en homenaje a la Madre Teresa de Calcuta, quien nació ese día de 1910.
Cuando aún el dolor por la muerte de la Madre Teresa de Calcula estaba vivo, en la Argentina se decidió que su ejemplo debía ser celebrado y fue así en 1998, a menos de un año del fallecimiento de la misionera, se instauró por decreto 982/98 el «Día Nacional de la Solidaridad».
Desde Rosario Solidaria destacaron la colaboración constante de los rosarinos para quienes más lo necesitan. La ciudad siempre ha dado muestras de compromiso y ayuda, ya sea ante situaciones puntuales o necesidades que se dan de manera constante.
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En este sentido, la organización comunicó que alrededor de 4.500 personas ya han donado sangre voluntariamente en las 73 jornadas llevadas a cabo hasta el momento. También remarcaron que de lunes a sábados hay más de cien voluntarios que brindan desayunos a personas en situación de calle y que se confeccionaron cerca de 2000 mantas para dar abrigo durante el invierno.
Cerca de 8.000.000 de argentinos señalaron haber realizado actividades voluntarias en el último año, según el último estudio realizado por la consultora Voices!. Y un 27% de los argentinos realiza alguna acción solidaria, una cifra comparable al récord post 2001; los jóvenes de 18 a 29 años son los más comprometidos.
Madre Teresa
La madre Teresa de Calcuta nació en Macedonia bajo el nombre de Agnes Gonxha Bojaxhiu. Descubrió su vocación desde temprana edad, y para 1928, con tan solo 18 años, ya había decidido que estaba destinada a la vida religiosa.
Esta monja católica de origen albanés, naturalizada india, ingresó en ese momento a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loret.
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Por su labor y compromiso con los más vulnerables, en 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, y en 1980, el más alto galardón civil de la India, el Bharat Ratna, por su labor humanitaria. A ellos se sumaron una decena de premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional.
Recién el 13 de marzo de 1997 renunció como jefa de las Misioneras de la Caridad debido a sus enfermedades y padecimientos físicos. Menos de seis meses después, el 5 de septiembre de ese año, falleció a los 87 años en Calcuta, el lugar en el mundo que eligió para pregonar su mensaje de solidaridad.
