El viernes 1° de julio, en el marco del programa Rosario Lee, comienzan los clubes de lectura. Una necesaria y valiosa iniciativa pensada para multiplicar la lectura, donde se concretarán espacios de experiencia íntegra, dinámica y como lugar de intercambio mediante los libros y lo que ellos provocan al leerlos.

La primera actividad se realizará de 18 a 20 en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, ubicado en San Martín 1080.  La segunda el sábado 2 de julio, en el mismo lugar, en la franja que va de las 9 a las 13. Esta vez la actividad será Espacio de Laboratorio, una instancia vivencial para transitar las diferentes estrategias que permitirán llevar adelante un club de lectura. La propuesta contará con la participación de Silvia Paglieta en la coordinación general, a quien la acompañarán Anahí Martino, Ayelén Romero y Noelia Navoni.

El plan ciudadano de lectura es una propuesta de la Secretaría de Cultura y Educación de la municipalidad de Rosario que tiene como gran objetivo promocionar la acción de leer. «Leer por placer, por disfrute, leer para aprender y descubrir otros mundos», destacaba Ricardo Valquinta de la Dirección de Aprendizajes Colectivos de la Secretaria de Cultura y Educación de Rosario.

Mañana comienza un ciclo de formación que va a brindar herramientas para ver de qué manera los contenido vinculados a las lecturas pueden llegar a la comunidad. «Mañana tenemos a una querida invitada, que es Silvia Paglieta, una especialista en letras que nos brindará herramientas para poder tomar un libro y multiplicar esa experiencia de la lectura, en algo maravilloso que se denominan clubes de lectura«.

Es una invitación amplia que no requiere de conocimientos previos para ser parte de la misma. «Toda aquella persona que esté interesada en la práctica de la lectura de los niños, niñas, las infancias, juventudes y el mundo de los adultos, puede venir a adquirir estas herramientas y multiplicarlas en su comunidad«.

El trayecto de formación es una provocación para que aquella persona con intensiones de armar un club de lectura pueda contar con la herramientas para hacerlo. «Por ejemplo una persona que quiera armar un grupo de lectura en su barrio, viene a este curso, adquiere las herramientas y luego nosotros los apoyaremos con otras para que puedan armarlo. Destacando que cualquier ciudadano puede concretarlo e ir formando diferentes clubes para infancias, juventudes o adultos».

Con dos o tres elementos que se articularán desde la capacitación, la realidad de multiplicar la lectura, es posible. «Esto es abrir las puertas a otros horizontes. A nuestros equipos de trabajo nos gusta entender esta práctica de promoción de las lecturas como un acto de la democracia, leer para entrar a otros mundos, leer para interpelarnos a nosotros y a otros, leer para pensarnos. En definitiva la lectura es democracia», concluyó.