Las calles de Rosario ofrecen tesoros escondidos que muy pocas veces solemos valorar. A la magnitud de su arquitectura y sus túneles escondidos utilizados antiguamente por los contrabandistas, se pueden ver presagios de lo que el transporte rosarino por excelencia durante los finales del 1800 a principios del 1900.

Algunas vías están a la vista, otras quedaron escandidas debajo del cemento de las nuevas construcciones.

Pero sólo basta con levantar esos cimientos para que los antiguos durmientes salgan a la luz. Y así fue lo que ocurrió en calle Corrientes con la obra de ampliación de la vereda sobre ese corredor entre Urquiza y Tucumán. Las huellas de nuestra historia más intactas que nunca.

Un poco de historia…

El primer servicio de tranvías en Rosario fue instalado por Alfredo de Arteaga y unía la actual plaza López con la zona del puerto. Entre otros empresarios que habían presentado proyectos para la instalación de ese sistema de transporte se encontraba José Hernández, autor del Martín Fierro, que por entonces residía en esta ciudad.

El servicio funcionó durante casi cuarenta años (entre 1872 y 1908) acompañando el crecimiento de la ciudad.

Arteaga recibió la autorización Municipal para instalar un servicio de “tramway” con tracción a sangre, desde la Plaza López hasta el muelle del Bajo por la Marina denominación al actual tramo de la Avda. Belgrano, obligándose a empedrar el recorrido y la construcción de un paseo en la Plaza López con luminarias y pasos arbolados, conocido como Jardín de Arteaga. Otra petición semejante fue realizada por el periodista José Hernández.

Otra propuesta fue la del ingeniero Allan Campbell, (en 1854, había trazado un diseño de vías para el ferrocarril de la zona portuaria de Rosario hasta la ciudad de Córdoba) que estudia el proyecto e instala un ramal de una sola mano para los “tranway”, vehículo con tracción a sangre, por una yunta de caballos, que iba sobre dos vías de hierro, existía uno de dos pisos denominado “Coche Imperial”, la obra se inaugura La inauguración del nuevo transporte fue el 3 de Noviembre de 1872, en la Plaza López, en 1876, se extiende el ramal hacia el colegio Nacional 1.

Pero luego se convirtió en un medio lento debido a los mal alimentados y viejos caballos. Los pasajeros tenían ayudaban a ponerlo sobre las vías cuando descarrilaba, se los conocía como tranvías-cucarachas, su conductor soplaba una corneta, y pocas damas subían debido al grosero trato de sus conductores.

Es en ese momento que, el empresario norteamericano Rodrigo M. Ross, más conocido como Mister Ross, impulsó su progreso llevando el “tramway” a zonas alejadas del centro, extendiéndose por el norte hasta el pueblo Alberdi, por el sur hasta el barrio Saladillo y por el oeste hasta el pueblo Eloy Palacios, luego barrio Vila y hoy barrio Belgrano.

En febrero de 1905 el intendente del municipio Luis Lamas impulsado por Santiago Pinasco promulga la ordenanza llamando a concurso para la instalación de tranvías eléctricos.

La instalación fue ortorgada a una empresa belga quienes se quedarán con el monopolio del servicio comenzando el tendido de rieles en diciembre de 1905, llegando los primeros “tramway” al puerto de Rosario.

El recorrido de ida era: Santa Fe, Maipú, Pellegrini, Parque Independencia, Ovidio Lagos Cementerio el Salvador y regresaba por, Pellegrini, San Martín, Santa Fe. Hacia Alberdi, Saladillo o Barrio Vila.

Llegaron a 160 coches, el valor por la ciudad era de 10 y 15 centavos 

 

Fuente: http://arnoldogualino.blogspot.com/2013/01/tranvias-en-rosario-historia.html