En la intersección de Avenida Pellegrini y Buenos Aires, se presentó en la noche de este viernes el primer operativo de una serie de intervenciones que tendrán lugar en el transcurso de los próximos días en diez «puntos calientes» de Rosario, donde actuarán 300 gendarmes y efectivos de la Policía Federal junto a la Policía de Santa Fe.

Según confirmaron desde el Ministerio de Seguridad provincial, recientemente se concretó la llegada de un refuerzo de fuerzas federales, tras un nuevo pedido del gobernador Omar Perotti al gobierno nacional, en medio de un clima de hartazgo generalizado impregnado en varias manifestaciones (con inconstante volumen y convocatoria) reclamando por la inseguridad.

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El subsecretario de Seguridad Preventiva de la Provincia de Santa Fe, Diego Llumá, junto al subjefe de la Unidad Regional II Natalio Marciani, estuvieron a cargo de la presentación de estos operativos mancomunados de fuerzas intermedias militarizadas, que tienen como objetivo interceptar delitos predatorios (IDP).

En conferencia de prensa, el funcionario provincial explicó que ese lugar de la ciudad «es el punto único de reunión operativa donde se van a desplazar 250 efectivos, 102 patrulleros, 25 motos para hacer ‘golpes relámpagos’ en distintos puntos de la ciudad«.

Esos puntos son definidos en base a la utilización de un mapa de calor que marca los enclaves que requieren intervención, señalaron desde el Ministerio de Seguridad.

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«Las intervenciones son para delito predatorio, para disuadir flujos de circulación de la criminalidad en puntos calientes de la ciudad. Son diez puntos calientes de la ciudad y van a ser aleatorios, todas las noches que haya estos operativos, que vienen con refuerzos de las fuerzas de seguridad como Gendarmería y Prefectura«, agregó Llumá.

Sobre el funcionamiento del operativo, mencionó que los efectivos van a «parar todo tipo de vehículos«.

«Lo que ocurre dentro (de los vehículos) no podemos saber si es sospechoso. El tema es controles: implantación, disuasión; como ocurrió en Villa Gobernador Gálvez, donde la fuerza policial pudo detener a 4 maleantes peligrosos, que resistieron a los tiros contra la policía y fueron detenidos en el marco de una persecución derivada de este plan, de esta presencia reforzada de la policía en la ciudad de Rosario y zona».

Consultado sobre el valor de la llegada de este refuerzo de gendarmes y federales a Rosario, el responsable del operativo especificó: «Es coordinar la doctrina de empeñamiento en el territorio, entre unas fuerzas intermedias que son las militarizadas federales y la fuerza de la Policía. Ese conocimiento del territorio que tiene la policía de la provincia se complementa con una presencia disuasiva más fuerte que es la de Fuerzas Intermedias militarizadas«.

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Desde hace un tiempo, han tenido lugar una seguidillas de protestas y reclamos ciudadanos hacia el ministerio de Seguridad y al propio gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. Al respecto, el referente de Seguridad Preventiva aclaró que «esto es algo que le reclamó el presidente Omar Perotti al presidente de la Nación y que fue concretado esta semana con el refuerzo de 300 efectivos más de Gendarmería y de Policía Federal«.

Llumá aclaró que «es la primera vez que se hace este tipo de operativos» pero que «independientemente que las fuerzas federales y la policía es la misma» el diseño conceptual del despliegue «es para que rinda tres veces lo que requeriría un patrullaje sin la orientación de la criminalística o de la inteligencia criminal; la idea es identificar por donde circulan los flujos que vinculan la circulación criminal e intervenir ahí«.

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Cuando se le preguntó por los diez puntos candentes en cuanto a inseguridad, el subsecretario perteneciente al Ministerio de Seguridad, explicó: «Están desplegados en la geografía de la ciudad, no van a ser los mismos diez puntos cada noche, van a ser distintos. La idea es que esta aleatoriedad penetre dentro de las redes, disuada la violencia, des-escale y luego permita que las investigaciones avancen hacia detenciones y con material probatorio que permita una condena».

Llumá concluyó diciendo que este operativo «es el puntapié de una nueva línea de interceptación de delitos predatorios».