Por Marina Vidal

A la hora de redactar el curriculum vitae, Mariana, Julieta y Bruno no lo hacen como un trámite más. Hoy, para todos es una ardua tarea conseguir empleo; ahora, si el nombre en tu DNI, no coincide con el que detalla el CV, la cosa se complica aún más.

La cuestión es que no sólo el conflicto está ahí, en un papel para solicitar empleo. El conflicto comienza mucho antes, en la escuela primaria, en casa, en el grupo de amigos, en el bar donde salís de adolescente, en la búsqueda del amor, y en los mil y un intentos para lograr conseguir un trabajo para subsistir.

Ser una persona y tener trabajo no debería ser la razón que motiva esta nota. Parece absurdo redactar un titular donde la “noticia” es que tres personas tienen trabajo – a pesar del actual contexto donde el desempleo es cada vez mayor-. Pero sí, es noticia y merece ser contada, porque lamentablemente ocurre en raras ocasiones.

El supermercado La Reina cumplió con la ordenanza del cupo laboral trans en su empresa y le dio trabajo a Mariana, a Julieta y a Bruno. Conclusión fue a conocer su historia y a darle visibilidad a las problemáticas que sufre el colectivo día a día teniendo en cuenta que la el cupo laboral trans aún no es ley.

Inclusión laboral

Mariana, sostuvo que «aún estamos en una etapa de cambios». «A mí me costó mucho tiempo encontrar un trabajo donde me acepten con mi identidad autopercibida»

He pasado por trabajos donde he tenido que fingir ser alguien que no soy para poder mantenerme.

La Reina tomó a tres personas trans en el marco de un convenio que impulsó la Municipalidad de Rosario.

«Es el principio hacia un cambio.Los cambios no son de un día para el otro; los cambios son a partir de una lucha y esta lucha se tiene hace muchos años. Con este trabajo estamos demostrando que una persona trans tiene las mimas cualidades que cualquier otra persona, tenemos los mismos derechos y posibilidades ante la vida.Estamos tratando de hacer un cambio para las generaciones futuras. Ser trans es una realidad que cada vez se está visibilizando más y que tiene que volverse algo cotidiano», enfatizó Mariana.

Somos personas y merecemos el derecho a trabajar dignamente en las mismas condiciones que cualquiera.

El acoso laboral, la familia como pilar y la prostitución como única salida

«He tenido que lidiar con acoso y fue bastante duro, me ha costado mucho salir de eso porque nos toman como objeto y no somos objetos sexuales, no somos algo nuevo o una experiencia, somos personas que merecemos ser respetadas», contestó Mariana al ser consultada sobre el acoso. Y agregó: Las personas trans sufrimos mucho el rechazo. No todos y todas tenemos la posibilidad de tener una familia que nos acepte y nos comprenda»

En mi caso mi familia me apoya y es un logro impresionante yo trabajo y estudio pero es gracias a mi familia.

Julieta se sumó a la charla y aclaró que «no todos los casos son iguales, hay muchas chicas que no tuvieron el apoyo de la familia y toman el camino más fácil que es prostituirse».

Para Bruno, la prostitución «no es el camino más fácil sino lo que queda…la calle».

La familia puede ser un factor a la hora de tener el apoyo de alguien pero la sociedad sigue siendo muy machista. El promedio de vida de una persona trans es muy bajo y es por estas condiciones, aclaró Bruno.

A una persona trans se la excluye de todos los ámbitos; del laboral, de la salud pública, de la escuela. La persona queda sin nada, por eso el promedio de es vida es muy bajo.

«Igualmente no porque una persona haga ese trabajo hay que discriminarla sino que a ese trabajo hay que regularlo. Cada uno elije lo que puede o lo que está a su alcance. Por eso es importante el apoyo de la sociedad y la inclusión. ¿Cómo no va a haber femicidios si no tenemos las condiciones dignas para trabajar, si tenemos que estar fingiendo, si no nos dan visibilidad? Es algo básico, si yo te digo que me llamo Mariana, respetame como yo te respeto a vos», sumó Mariana.

En el caso de Julieta también tuvo el apoyo de su familia que le permitió sentirse acompañada. Sin embargo, reitera que estar «incluidos en la sociedad cuesta horrores, tenemos que luchar con cosas que no tenemos respuestas, pero estamos dispuestas a la lucha».

Nunca trabajé en la calle, gracias a que mi familia me apoyó. Pero me costó muchísimo llegar a este trabajo. Y cuando llegó pensé era hora que me toque esto.

Trabajo digno

«En este trabajo me siento cómoda porque me evalúan por mi capacidad, no por quien soy. Acá vengo a cumplir un puesto de cajera, trabajo bien y ya, no hay otra distinción. Nos cuidan a todos y nos tratan a todos por igual. Somos como una familia» resaltó Mariana

Y Julieta agregó: «Estoy más que bien, estoy rodeada de compañeros y compañeras. Soy cajera que también me mando mis macanas pero se puede resumir en dos palabras: son como mis familia y mi casa».

Para Bruno «esta bueno que los compañeres todes se empiecen a interiorizar en el tema. Acá en la Reina se respeta y eso es lo que hay que hacer. El cupo de 5 puestos no alcanza, la comunidad trans es muy grande».

El sueño de Julieta es «Estar todas juntas y decir lo logramos». El de Mariana es «tener un trabajo digno y recibirme de su profesión para aportar mi granito de arena para la educación social de que somos personas» y el de Bruno es «que estos problemas dejen de existir».

Que en las escuelas, en hospitales, en cualquier lugar se trate esto como algo cotidiano y que se implementen las políticas para que cualquier persona pueda acceder a cualquier trabajo. Las cuestiones binarias es parte de la sociedad machista, no importa si sos mujer, si sos hombres, si sos no binarie, sos una persona y listo y se te tiene que respetar en todos los sentidos, remató Bruno.