Los kioskeros de Rosario, están en estado de alerta desde que comenzó el aislamiento social y obligatorio, debido a la poca cantidad de gente que circula en las calles, con la consecuente caída abrupta de las ventas.
La mayoría de los kioscos del macrocentro de la ciudad, reciben un gran porcentaje de clientes transitorios o de paso, lo que hace que haya mermado la cantidad de personas que ingresan a los locales debido a la pandemia.
Pero un punto importante a destacar en este estado de alerta que mantienen desde la cámara de kioscos es el faltante de cigarrillos. El ingreso a los kioscos por ventas de tabaco es de un 50 a 60%, según indicaron desde la cámara, y debido al cierre temporal de las fábricas y distribuidoras, los kioscos no están recibiendo el producto.
Marcos Di Filippo, presidente de la Cámara, habló con Conclusión y se expresó sobre la situación que genera el faltante del insumo. «Es de público conocimiento que las marcas de cigarrillos han cerrado las puertas de las fábricas por el tema de la pandemia del coronavirus. No nos están entregando al mercadería. Lamentablemente, hay faltante en las principales marcas. Los pedidos se han reducido, no podemos comprar las cantidades que nosotros necesitamos«.
«El 50 o 60% de los ingresos que tenemos a los kioscos es por los cigarrillos. Para nosotros es un llamador para que la gente lleve otro producto que nos deje más ganancias, porque el cigarrillo prácticamente no nos deja ganancias. Esto es un problema a nivel nacional. Desde las provincias que producen el tabaco hasta nosotros que somos el último eslabón que la distribuimos», añadió el referente de los kioscos.
Esta compleja problemática que resulta del faltante de los cigarrillos, se le suma que «la caída de las ventas que son un 70 u 80% y lamentablemente los kioscos que no tengan el tabaco no van a poder comercializar y no van a poder subsistir a esta crisis que nos está afectando hoy en día».
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Otro de los temas por los que se ven afectados los kioskos es el cierre de los mismos. Di Filippo dijo: «Otra cosa que nos afecta es el cierre de los kioscos. Sabemos que es provisorio pero es al fin un cierre. Nosotros trabajamos con clientes de paso y por el tema de la pandemia la gente se está quedando en sus casas y nosotros directamente no tenemos ventas, son mínimas y muchos prefieren cerrar sus ventanas y esperar que pase todo esto para volver a trabajar. Hay muchas personas mayores que trabajan en sus kioscos y no quieren exponer su salud».
Y concluyó: «Se estima a nivel nacional que unos 50 mil kioscos han cerrado sus persianas y 10 mil no las volverían a levantar. Por esa razón, esperamos que pronto se resuelva esta situación y estamos a disposición del gobierno provincial y nacional».
