Mientras la violencia en Rosario no da tregua, los colectivos se han convertido en fácil blanco para los ataques a balazos perpetrados, al menos en los últimos tiempos, con el fin de sembrar el miedo en la ciudad y ganar notoriedad en medios de comunicación. La más trágica expresión de ello ha sido el feroz crimen de César Roldán, un chofer que fue elegido al azar y asesinado a sangre fría mientras trabajaba con el único objetivo de enviar un mensaje. En ese contexto, este lunes por la noche, nuevamente se registró una balacera contra un colectivo, un interno de la línea 130, que fue atacado en barrio Acíndar y provocó que esa línea y también la 129 no transiten hasta la punta de línea que se encuentra en ese barrio.

En relación a ello, el secretario General de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) explicó aque «preventivamente hemos retirado la línea de esa punta». «Hay una que hace punta en Quintana y Lagos, y hay otra que entra y sale. En el transcurso del día decidiremos cómo vamos a continuar con eso», señaló.

Copello relató que, en el momento del ataque a balazos, el coche estaba detenido haciendo la espera correspondiente y, «afortunadamente» el conductor «no se encontraba al volante». «Muchas veces los conductores hacen la espera sentados ahí», remarcó el dirigente gremial y enfatizó que, en este caso, «uno de los disparos entró por el parabrisas».

En ese sentido, el titular de la UTA apuntó que ya hay prevista una reunión con el Ministerio de Seguridad, para reiterar el mismo pedido que llevan adelante desde hace años, precisamente, seguridad.

En cuanto a si se prevé una medida de fuerza, Copello afirmó que el accionar gremial consiste en recortes en los recorridos, «una medida continua», en caso de que no haya una respuesta favorable.»Pero acá nadie te garantiza nada. El caso de César Roldán fue un sábado a la tarde, en un lugar que no se podría definir como ‘una zona roja'». Los ataques que hemos tenido, lo hemos tenido en tantos otros lugares que te toma totalmente por sorpresa . No te permite planear nada».

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Consultado sobre los motivos que convierten a los colectivos como blanco de la violencia, Copello remarcó que es una actividad neurálgica. «Nosotros no somos un gremio grande, nosotros somos un gremio neurálgico. Y eso hace que a la media hora de ocurrido, la ciudad se transforme».

Asimismo, recordó que muchas veces, las unidades han sido baleadas cuando estaban funcionando, por lo cual, el hecho de que haya policías arriba de los colectivos, no cambiaría mucho la cosa. «Lo que indudablemente van a tener que trabajar es, me permito señalar, en la logística y tratar de prevenir esto mediante algún tipo de informaciones que no sean públicas».

Paro y movilización en el marco de la convocatoria de la CGT

En cuanto a la perspectiva para el paro general convocado para este miércoles 24 de enero por la Confederación General del Trabajo (CGT), Copello aclaró que «la CGT pidió a los gremios del transporte, los gremios que estamos en la UAR, que prestáramos servicio a fines de garantizar que los trabajadores y trabajadoras pudieran movilizarse y, si es su voluntad participar en la concentración lo hicieran y tengan el medio para volver a sus hogares».

En ese marco, el dirigente gremial explicó que se espera que la protesta concluya alrededor de las 17 y, por esa razón, el transporte funcionará hasta las 19 y retomará la actividad a partir del primer servicio del día jueves.

«Esto lo quiero recalcar porque le digo el primer servicio porque si yo le digo a las 0 horas va a haber gente que se va a parar a las 12.05 y a esa hora no va a pasar el colectivo. A partir del primer servicio, que es a las 2 o 3 de la mañana, que las unidades empiezan a salir, la actividad se va a restablecer con total normalidad».