Por Jennifer Hartkopf

Los albores del tren en Rosario se remontan al año 1885 con la inauguración del servicio con locomotoras a vapor de la compañía Ferrocarril Buenos Aires y Rosario, que luego se uniera con el Ferrocarril Central Argentino (FCCA) alrededor de 1935.

El servicio ferroviario se mantuvo mejor o peor según la coyuntura de la época. Sin embargo, en la ciudad ya hace muchos años que la posibilidad de que los rosarinos puedan gozar del tren como medio de transporte con una buena relación costo-calidad-beneficio (comodidades, frecuencia, lugares de destino, precio, entre otros) ha sido muy precaria y hasta a veces inexistente. Muchas de las estaciones hoy están en desuso o son utilizadas para actividades culturales, dejando huellas en el servicio.

No obstante, luego de muchas idas y vueltas, aciertos y errores, promesas y más promesas, la estación ferroviaria del Apeadero Sur (San Martín al 6000), donde estará emplazada la estación del tren que conectará Rosario con la estación porteña de Retiro, implicaría finalmente la salvación de un servicio histórico que después de muchísimos años volvería a recuperar el auge que lo caracterizó en los primeros tiempos.

Tren bala: toda una aventura

El tren de alta velocidad en Argentina (TAVe) que uniría las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Córdoba fue un proyecto anunciado el 26 de abril de 2006 por el entonces presidente argentino Néstor Kirchner. El 29 de abril de 2008 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el contrato del proyecto que emplearía tecnología francesa (Alstom). La obra se calculó con un plazo de ejecución de 4 años y un costo aproximado de 4.000 millones de dólares (incluyendo la financiación).

Sin embargo, ciertas cuestiones comenzaron a complicarse, las polémicas llegaron y el tren bala no fue más que una simple promesa. La empresa –Alstom– habría decidido dejar de mantener activa la caución y reclamó los u$s 16 millones que había pagado.

A partir de entonces, no volvió a mencionarse el asunto del tren bala y el tema quedó sepultado; posponiéndose así la conexión Rosario-Buenos Aires vía transporte ferroviario, hasta la actualidad.

La expectativa: Apeadero Sur

Inaugurado en 1981 como una miniestación para una escala intermedia antes de Rosario Norte –llevaba el nombre de Juan Carlos Groenewold, segundo jefe del departamento mecánico del ferrocarril Mitre en Rosario, que había muerto en un atentado en noviembre de 1976– el Apeadero quedó prácticamente abandonado en la década siguiente, con la privatización de los ferrocarriles y el cierre de frecuencias y ramales.

Sólo la acción de los vecinos de la zona intentó remontar el tiempo a mitad de la década pasada –se cortó el pasto y se pintó la edificación, entre otras tareas–, lo que parecía condenado hasta la sorpresa anunciada con el “nuevo” regreso del tren.

Primer paso

En febrero de 2014 la estación fue seleccionada para oficiar como terminal del renovado servicio ferroviario entre Rosario y Buenos Aires, que será inaugurado, según responsables de la gestión, en el primer trimestre de 2015.

Inicialmente se hizo el llamado a licitación de una primera etapa de la obra con la participación del secretario de Transportes de la Nación, Alejandro Ramos. Esta primera fase que está próxima a culminarse incluyó la construcción del andén (220 metros) y su cubierta, sanitarios públicos, oficina de guardia y depósitos, equipamientos y reja perimetral de cerramiento.

Concluido el proyecto ejecutivo se avanzó con el proceso licitatorio de la segunda etapa de la estación, compuesta por el edificio principal (cabecera del servicio de pasajeros) que incluye “explanada y hall de acceso, boleterías, oficinas de guardia, sanitarios para el personal y público, ejecución de escaleras mecánicas, ascensor, sala de espera, cafetería, depósitos, sala de máquinas y escaleras de emergencias”, según palabras de Susana Nader, secretaria de Obras Públicas de la Municipalidad.

Concluido ya el proceso de licitación y adjudicación, las obras comenzaron en julio, estimándose un plazo de trabajo de 8 meses. Las tareas fueron adjudicadas a la Unión Transitoria de Empresas (UTE) De Paoli y Trosce-Prat.

Financiamiento

La Nación costea todos los trabajos en el Apeadero por vía de aportes del tesoro nacional (ATN). El municipio, en tanto, es el encargado de los proyectos técnicos, la licitación, la adjudicación y el control de las obras.

En ese sentido, la intendenta Mónica Fein destacó que «es una obra fantástica financiada por el gobierno nacional pero proyectada y ejecutada por la municipalidad en una coordinación muy buena entre dos niveles del Estado».

Las obras

La fisonomía de la desactivada estación comenzó a transformarse. A diciembre de 2014 la estación está siendo reconstruida en su totalidad. Retroexcavadoras, limpieza de suelos, operarios y técnicos componen la actualidad de la esquina de Batlle y Ordóñez y San Martín.

Ramiro Carelli, arquitecto y Jefe de Obra de De Paoli, detalló que “ahora se está trabajando en la cabecera, y ya la semana entrante vamos a empezar con las instalaciones sanitarias, el sistema de cloacas y desagües”.

“El andén está en un 90, 95% finalizado; sólo faltan los artefactos de iluminación y el cielo raso”, agregó el profesional al mando.

Al respecto, Nader señaló: «Los andenes y cubiertas están en un 95% y el edificio de la cabecera en un 30%. Luego dependerá de cuándo Nación lo quiera habilitar».

Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró en los últimos días que «en dos años y pocos meses hemos hecho una revolución en materia ferroviaria«, al recorrer el avance de obras de la estación ferroviaria del Apeadero Sur.

“Esta estación que hemos llevado adelante con el Gobierno nacional y con la Municipalidad de Rosario realmente va a ser un orgullo para Rosario y para toda la zona sur”, agregó el titular de la cartera de Interior.

Mejoramiento del  entorno

Una tercera etapa del proyecto implica la remodelación integral de avenida San Martín desde Batlle y Ordoñez hasta avenida de Circunvalación, una obra proyectada desde el municipio que se ejecutará, en este caso, con fondos aportados por el Gobierno provincial.

El proyecto prevé una estructura flexible con doble capa asfáltica y cordones, cunetas laterales, desagües pluviales y la relocalización de instalaciones eléctricas, telefónicas, de gas y de agua. También se ejecutarán veredas y rampas y se instalarán nuevos semáforos, así como la incorporación de más líneas de colectivos y espacios especiales para la llegada de taxis y remises.

“Queremos potenciar el sector para que los pasajeros que viajen a Buenos Aires no tengan problemas de movilidad para llegar a la estación”, dijo Nader y agregó: «Toda la zona sur de la ciudad, especialmente la avenida San Martín, se va a ver beneficiada».

La ejecución de la obra tiene un plazo de ejecución de 360 días a partir del inicio de los trabajos.

El producto

La futura estación tendrá dos pisos. La planta alta contará con áreas de espera, servicios sanitarios y de bar; todo, en una superficie aproximada de 800 metros cuadrados, mientras que la planta baja será la de acceso a la estación e ingreso restringido al área de andén para embarque de pasajeros. Además contará con boletería y áreas de apoyo al servicio ferroviario.

«Esta estación será un ícono para la ciudad de Rosario. Estamos muy contentos porque estamos transformando en realidad ese sueño que parecía casi imposible dos años atrás, cuando decíamos que iba a volver el servicio de tren Rosario-Buenos Aires», reconoció Randazzo.

Las obras están en marcha y el proyecto parece avanzar a paso firme. Esta vez, la revalorización del sistema ferroviario se siente más cerca y a diferencia del tren bala, que quedó en la nada, la estación del Apeadero Sur ya casi parece una realidad.