Luego del desmoronamiento de parte de la barranca del Saladillo se procedió a evacuar a las familias que moran a la vera del arroyo. La prontitud con la que se procedió al traslado se condice con la nueva situación de riesgo, en sintonía con la medida adoptada la semana pasada por similares desplazamientos.

El responsable de comunicar la gestión municipal fue Raúl Álvarez, director del Servicio Público de la Vivienda, quien manifestó que la semana pasada se procedió a trasladar a 12 familias que se encontraban en situación de riesgo.

En el mismo sentido, precisó que “un grupo de 19 viviendas que iban a mudarse esta semana pero por una cuestión administrativa se demoró unos días”.

Fundando los argumentos en los acontecimientos vividos por los moradores del lugar, el funcionario adelantó que «este jueves se tomará contacto con las familias para ver si se puede adelantar (la mudanza) a los que están mas cerca de las zonas de riesgo y completaremos el traslado la semana que viene”, adujo Álvarez.

Además, agregó que las familias están convencidas de que se quieren ir de esa zona.

Por su parte, el Ejecutivo local ofrece una ayuda monetaria por única vez para que los vecinos puedan construir en algún terreno propio o de familiares o una ayuda mensual para pagar un alquiler, con el compromiso de tramitar una solución definitiva a futuro.

“El municipio no tiene un plan de vivienda propia pero estamos en vinculación con Nación y provincia para insertar a los grupos en planes de vivienda”, aseveró Raúl Alvarez.