Por Osvaldo La Spina

Fotos y vídeos: Salvador Hamoui

Edición: Hernán Cabrera

 

Una pesadilla recurrente de los trabajadores en estos tiempos es llegar al lugar de trabajo y encontrarse con que las puertas han cerrado. Exactamente eso es lo que les ocurrió a los 26 empleados de Procesadora Workers, un lavadero industrial ubicado en la zona oeste de la ciudad.

Erica Tabernero, empleada y delegada, relató a Conclusión que este martes por la mañana llegaron a la planta como todos los días y encontraron el portón cerrado. “Nadie nos dijo nada ni nos avisó. Simplemente vinimos a trabajar y estaba todo cerrado. El encargado tampoco se presentó a trabajar”.

Con la voz entrecortada, la joven contó que desde hace un tiempo “se trabaja con jornada reducida”, pero que nadie les comunicó lo que iban a encontrar esta mañana.