Por Ariana Robles

Con el imponente río Paraná de fondo y pese a un frío intenso, Rosario vivió otra vez su día, el de la bandera, aunque en esta ocasión de otra manera, sin la masiva participación de los ciudadanos y con un estricto operativo de seguridad que rodeó a más de 300 metros el Monumento. Así, con la presencia del presidente Mauricio Macri, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, se desarrolló un breve acto más político que popular en la base del mástil mayor del Monumento a la Bandera.

La primera en tomar la palabra fue la mandataria local, quien abrió su discurso diciendo que la «bandera nacional es el mayor símbolo de unidad de todos los argentinos. Hasta aquí llegó Belgrano, para dejarnos su legado. Somos herederos de los valores de Belgrano, que murió pobre y defendió siempre a la patria. Nos enseño a defender la soberanía».

«El Monumento es un espacio de unión y reclamo, de todos los argentinos y rosarinos. Es el símbolo de la Argentina que queremos. Esta ciudad abrazó la vida y nosotros estamos convencidos que tenemos que mirar esta bandera y sumarla a nuestros sueños», agregó Fein.

Y cerró: «Gracias por estar aquí. ¡Viva la patria, viva la bandera y viva nuestro país!».

En tanto, a continuación el que habló fue el gobernador Lifschitz: «El Monumento se convirtió en un ícono de los rosarinos. Nos reunimos a celebrar la unidad de los argentinos. En algún momento los desfiles eran lo más importante, después con la democracia eso se fue perdiendo. El acto fue variando. Por eso tenemos el desafío de volver a resignificar las fiestas patrias como lugar de encuentro de todos, aún con diferencias».

«Belgrano promovió la cultura y nos dejó el legado más importante: su ética publica, su transparencia que lo caracterizó. Este hombre entregó su vida por la patria y ese ejemplo sigue teniendo extraordinaria vigencia. Sus palabras tienen actualidad», aseguró Lifschitz.

Ya en un tono más político, Lifschitz expresó: «La provincia de Santa Fe siempre fue protagonista del país. Somos la cuna de la bandera y de la Constitución Nacional. El país debe ser profundamente federal. Porque si a todas las provincias les va bien, a la Nación le irá bien».

Por último,  el gobernador le habló al presidente: «Si a todas las provincias nos va bien, a la Nación le va bien; quizás haya que invertir la ecuación». «Necesitamos un proyecto que nos incluya a todos”, cerró.