La caída de mampostería de construcciones antiguas es cada vez más corriente en Rosario. Pedazos de balcones y techos se derrumban, poniendo en peligro la vida de las personas que habitan estos edificios y de los transeúntes que circulan por sus alrededores.
Durante los últimos meses, pequeños derrumbes de mampostería se sucedieron en diversos puntos de la ciudad. La falta de inspección y control en este aspecto pone en peligro la vida de miles de rosarinos que diariamente circulan en las proximidades de estos antiguos edificios.
El 17 de enero, si bien el desprendimiento no llegó a suceder, se encendieron las alarmas en la peatonal Córdoba cuando vecinos del lugar se percataron de una rotura en un edificio ubicado al 1490, lo que implicó el riesgo de que el último piso de la construcción se desmorone.
El 30 del mismo mes, parte de la mampostería del antiguo edificio ubicado en la esquina de 3 de Febrero y Entre Ríos -donde funciona un bar – se precipitó dañando cables de energía y una baranda de contención.
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El pasado 7 de febrero, se derrumbó el techo al ceder una viga en un kiosco ubicado en San Luis y Francia, que dejó como resultado a una mujer herida. Desde Defensa Civil apuntaron a que el hecho se debió a que en la vieja estructura se acumuló humedad y esto hizo ceder el techo. Unos días atrás, pedazos de mampostería de una antigua casona cayeron sobre la vereda de Sarmiento y Montevideo. El desprendimiento dejó a una transeúnte herida.
El control corresponde a Obras Particulares y Patrimonial (correspondiente a la Secretaría de Planeamiento). Si el edificio tiene valor patrimonial se realiza una restauración, pero desde la Secretaría comentaron a Conclusión que “lo que está sucediendo es responsabilidad de los particulares”.
“Las autoridades controlan y acuden en caso de denuncias de vecinos. Y también se hacen inspecciones oculares de oficio. Pero lo que está pasando es responsabilidad de los particulares. Si hay un inspector que realiza una inspección de oficio y ve que hay una mampostería en situación de peligro, se hace la intimación pero el arreglo corresponde a los vecinos”, explicaron.
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Fabio Acosta, miembro de la Asociación Casco Histórico de Rosario, habló con Conclusión sobre el tema y manifestó que es deber de la Municipalidad realizar un relevamiento de los edificios rosarinos y de inspeccionar tanto los riesgos visibles como los ocultos.
“Es responsabilidad del municipio no solamente hacer un relevamiento del estado de los edificios, sino también de intimar a los propietarios de las construcciones que están con problemas o riesgos de derrumbe para que los pongan en condiciones”, señaló Acosta.
Sin embargo, al momento de contactar al propietario existe un problema recurrente: muchos edificios con probabilidad de derrumbe suelen estar abandonados o en proceso de sucesión y muchas veces los herederos no residen en Argentina, por lo que los tiempos de acción se prolongan.
El Inspector técnico de Obras Particulares Carlos Hyon, habló con Conclusión sobre el tema: “Acá hay un problema básico, de mantenimiento y conservación del casco histórico, que es responsabilidad del propietario”. “Aparecen las secuelas del cambio climático; tenemos molduras donde arriba no hay impermeabilización, las temperaturas de esas paredes son extremas y cuando llueve las diferencias de temperaturas provocan rajaduras y terminan en estos accidentes”, agregó Hyon.
