Como es sabido, el recibimiento de un nuevo año trae innumerables festejos y celebraciones. A los fines de que no se generen disturbios, desmanes y vandalismo, la Municipalidad lanzará un fuerte operativo de control en el que 100 inspectores de distintas áreas vigilarán las calles rosarinas.
Asimismo, se buscará prevenir personas alcoholizadas al volante y cortes de calles para realizar fiestas al aire libre.
“No está prohibido el uso del espacio público, pero habrá intervenciones de los agentes. Buscamos evitar los cortes de calles de arterias principales o aquellas donde transita el transporte urbano”, destacó el secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrin.
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Las autoridades quieren evitar que se produzcan incidentes como el que sucedió en Mendoza al 5300 en la madrugada de Navidad de 2017. Allí se juntaron alrededor de 2 mil personas para festejar y cortaron la calle, impidiendo el paso del trolebús. Tras la llegada de la policía se desataron violentos incidentes entre los efectivos policiales y un grupo de jóvenes.
Para las primeras horas del 1º de enero ya tenían pedido inspectores de la Policía de Tránsito unas seis confiterías, a las que se podrían agregar algunas más. La costa central a la altura del parque de las Colectividades, también entra dentro de la diagramación operativa que contará con la presencia de agentes.
