Un día diferente a la vera del río Paraná. A pleno sol, en la playa de la Rambla Cataluña y bajo la coordinación del profesor Fabián Ortolani, los futuros rescatistas escuchaban muy atentos una de las charlas previas antes de rendir, en noviembre y diciembre, los exámenes finales que son patrocinados por La Cruz Roja Argentina filial Rosario.
«Terminamos hace un rato de realizar una nadada, la primera del año. La semana pasada corrieron ocho kilómetros desde el parque Alem hasta la Florida ida y vuelta», expresó Ortolani en diálogo con Conclusión para resumir el trabajo que vienen realizando este grupo de guardavidas rosarinos.
«Entre agosto y noviembre habrán once clases más con el fin de completar el curso que termina con los exámenes finales en diciembre. Pero la semana que viene viajamos y nos juntamos con los alumnos de la escuela de guardavidas de Mar del Plata para hacer rescatismo en el mar», continuó explicando el coordinador de La Cruz Roja.
La inscripción al curso de «Guardavidas» comienza en febrero y marzo de cada año y las clases en abril en La Cruz Roja, filial Rosario, de Laprida 1553.
Uno de los requisitos indispensables que se requieren para el examen de ingreso al próximo año 2016 es saber nadar al menos dos estilos básicos para realizar un rescate (crol y pecho). Además los alumnos deben contar con el certificado del título del nivel secundario y ser mayores de 18 años.
Rosario, Buenos Aires y algunas ciudades del sur del país son consideradas como los puntos más importante en donde los socorristas egresados de La Cruz Roja son solicitados por distintos países del mundo como ser España, Italia, Estados Unidos e Israel.
Mensaje
«Los esperamos el año que viene a todos los que tengan vocación de pensar en el otro, entrenar y capacitarse para rescatar a una persona que puede ser un extraño. Ser solidario es uno de los principios de La Cruz Roja; ser solidario y el arrojo hacia la vida que está en peligro más allá del frío y de cualquier condición climática adversa. Por eso estamos aquí y pese al frío ya los chicos se arrojan al agua y se predisponen con el único objetivo de salvarle la vida al prójimo», concluyó Ortolani.
