Madres y familiares de personas con adicción se autoconvocaron este mediodía para apoyar a Marina, la mamá del cantante Santiago ‘Chano’ Moreno Charpentier, y visibilizar la problemática por la que ellas atravesaron con sus hijos o seres cercanos, con énfasis en políticas de contención y poniendo en debate la Ley de Salud Mental.

“Nos reunimos porque fue un levantamiento nacional de todas las mamás para apoyar a la mamá de Chano, porque cada una de nosotras no pudimos ser visibilizadas en su momento con nuestra situación”, contó a la prensa Betina, presidenta de la Asociación de Madres Territoriales por la Drogadicción. En el marco de la actividad, escribieron una carta que las integrantes de la asociación en Buenos Aires entregarán hoy en la puerta del Sanatorio Otamendi.

“Nos reunimos porque es el caso de todas nosotras, porque pasamos por lo que pasó, porque algunas mamás hoy no tienen a sus hijos porque no terminó bien el consumo, algunas mamás tienen a sus hijos con problemas psiquiátricos porque no pudo ser resuelto en su momento. Entonces, lo que nosotros queremos comunicar es que los consumos son armas de doble filo. No podemos decirle a los jóvenes, a los niños (porque el consumo ahora empieza con edades cada vez más chicas) que tienen derecho a consumir. Tenemos que tener mucho cuidado, porque el que se pasa después empieza con conductas adictivas, y termina en adicción y no tenemos dónde contenerlos, nosotras nos quedamos desarmadas”, expresó Betina.

Entre las madres autoconvocadas se encuentran distintos tipos de realidades, con el hilo conductor del sufrimiento que tuvieron que pasar tanto ellas como sus seres queridos adictos en la difícil situación de adicción y en el proceso de intentar darle un final.

En ese sentido, uno de los mayores puntos que pusieron en debate es el de la Ley 26.657 de Salud Mental, que interpretan que no se aplica y que además tiene algunos puntos que no facilitan el acceso a que una persona adicta pueda entrar en tratamiento.

“Algunas de las mamás tuvieron que dejar de trabajar, otras están golpeadas por sus hijas o hijos y están acá porque ellos no pueden ver y no quieren recibir ayuda, pero porque no están conscientes. La Ley de Salud Mental dice que tiene que tener voluntad para hacer un tratamiento terapéutico. ¿Cómo hacemos? Cuando a nosotras nos dicen ‘Tenés que venir a las 5 de la tarde’ y son las 3 y están en bajo consumo y con crisis, dos horas para nosotros es… ¿sabes lo que es ponerte de rodillas y rezar para poder pasar esas dos horas? ¿sabes lo que es ir a Tribunales y tener que salir corriendo a asistir a otra mamá porque cuando llegó a Tribunales para pedir una protección de persona le dijeron ‘No mirá, venite mañana porque ya es tarde, y además ahora no podemos hacer nada’, y la mujer es de Villa Gobernador Gálvez, no tiene un peso, pidió prestado, con los nenes a upa? Te dicen ‘venite mañana, ¿qué estuviste haciendo vos todo este tiempo? ¿Recién ahora te das cuenta que tu hijo está así? ¿Para qué vas a hacer si en quince días te tengo de vuelta?’. Tenemos que ser un poco más humanos. Más solidarios. Los pibes no están así porque quieren. Los pibes delinquen porque necesitan tener dinero para drogarse. Si todos nos ponemos realmente a ocuparnos… nuestros políticos, que a veces votamos sin saber qué propuestas tienen, me gustaría saber qué propuestas tienen sobre adicciones… el Concejo de Rosario, de distintas ciudades y los que van a nivel provincial”, indicó con desesperación Betina, sobre una problemática que es mucho más común que lo que normalmente se visibiliza, y que en días como hoy sale a primera plana porque el padecimiento de un famoso lo pone en agenda.

“Nos sentimos desamparados, solos”, indicaron las madres y familiares, y solicitaron también que haya capacitación al respecto: “Así como hay en perspectiva de género, Ley Micaela, nosotros queremos tener perspectiva en adicciones, Ley Tomás, porque Tomás es el hijo de Monserrat”.

De igual manera, recordaron que Rosario es conocida por sus marchas de cada 26 de junio bajo la consigna “Ni un pibe menos por la droga”. Cada año, junto al padre Fabián Belay realizan un trabajo territorial del cual todos los años se hace un documento en el que se establece todo eso que sucede. Sin embargo, aseguran que no los escuchan, y que mientras tanto todos los días viven la problemática de sus hijos y de una gran cantidad de personas que sufren adicciones y no se les facilitan las herramientas para poder reaccionar y tratarse.