Multitudinaria congregación por el Vía Crucis en Rucci

Una inmensa cantidad de personas se dieron cita una vez más en la zona norte de la ciudad, donde tiene lugar la tradicional ceremonia que encabeza el Padre Ignacio y moviliza todos los años a cientos de miles de fieles.

Aproximadamente a las 20.30 comenzó la peregrinación de las personas por las 14 estaciones. Previo a la primera de ellas, el Padre dio unas palabras en donde afirmó que siente una “gran satisfacción desde el sacerdocio, porque uno tiene la gracia de acercar tanta gente al corazón de Dios”.

Una de las particularidades de esta edición es que por primera vez se incorporó la cruz ortodoxa, según suponen algunos de los participantes en señal de ‘guiño’ al Papa Francisco, que padre permanecerá en el templo de Mena 2884. Otra, es que a diferencia del año anterior el recorrido cambió su sentido.

“Es un año especial porque es el año de la misericordia. Y espero que en esta misericordia la gente pueda encontrar
esperanza”, destacó también, a la vez que resaltó que los concurrentes van “con mucha esperanza en todo, y con la esperanza de que Dios escuche lo que está pidiendo a través del Vía Crucis”.

Fieles de todas partes del país llegaron desde temprano al barrio Rucci, que se ve completamente alterado en cada viernes santo ante la masividad del evento. Si bien oficiales del Control Urbano aseguraban poco antes del comienzo que la cantidad de personas era menor a la de años anteriores, esto parece haberse revertido rápidamente cercano a la hora de la caminata.

Familias enteras se movilizaron bajo el mensaje de Dios, en señal de agradecimiento por las oraciones cumplidas y para pedir por la familia, la salud y el trabajo.

Conclusión estuvo presente y recogió testimonios tanto de personas que asistieron por primera vez como los que ya lo hacen todos los años. Entre ellas estuvo Guillerma Leiva, quien le ha tocado pasar por muchas cosas en su vida y siempre encontró en esa fe el camino para superar los obstáculos: «Vengo siempre. Vine paralizada, sin caminar medio cuerpo, y llegué; vine operada del corazón, llegué; vine operada de los ojos, llegué; vine con un ACV, llegué; y el único que no vine fue el año pasado que el Vía Crucis pasaba por mi casa, sino siempre. Me ha sacado de muchos problemas. Es milagroso, todo. Yo pido y todo se cumple. Todos los domingos si no vengo a la misa, la miro desde mi casa».

Una gran cantidad de vendedores ambulantes también se encargaron de copar el barrio rosarino.

En declaraciones a Canal Tres, el padre Ignacio Peries se refirió al escenario típico del Vía Crucis, asegurando que no lo cambiarían ya que «hacerlo en otro lugar se dificultaría». «Acá en el barrio nos sentimos más comodos y seguros para acompañar a la gente», sostuvo.

Además, habló sobre su sacerdocio, mencionando con alegría que se siente «útil», y que por otro lado todo lo que hace «vale la pena porque hay un pueblo que acompaña».

Finalmente, pidió a los fieles que recen por él, por los que no pudieron ir, por las mamás embarazadas, los enfermos, y «mis queridos viejos».

Según las fuerzas de seguridad, calculan que tardará alrededor de una hora y media en descongestionarse la zona.

Más temprano había tenido lugar el «Vía Crucis para niños», dirigido a los alumnos de la escuela de la Natividad del Padre Ignacio, con un recorrido más breve que el que realizan los fieles adultos.

En la ceremonia litúrgica con la que se dio inicio a la ceremonia, el cura recordó la crucifixión de Cristo y la Pasión del Señor. El mensaje posterior, realizado a eso de las 23.30, hizo hincapié en «el Año de la Misericordia» que se conmemora en este 2016.

Se estima que personas de unos 29 países siguieron la ceremonia a través de Internet.