Para varias familias, pero especialmente para la de Cintia, la vida dio un vuelco trágico en la noche del viernes 19 de marzo, cuando el auto en el que viajaba junto a su marido y su hijo de 8 años fue embestido a gran velocidad en la esquina de Ayacucho y Avenida del Rosario, ocasionándole a ella lesiones de las que todavía se recupera, y terminando con la vida de sus seres más queridos.

Este miércoles, un gran número de personas se acercó a esa trágica esquina (no fue este el primer choque con víctimas fatales allí) para pedir justicia y acompañar en el dolor a esta madre y esposa que quedó devastada pero prometió dejar «hasta su último suspiro» para que «se haga justicia».

«Tengo que sacar fuerzas de donde no tengo, porque esto recién empieza. Hasta el ultimo día de mi vida voy a pelear para que los asesinos no puedan vivir tranquilos», sentenció.

«Me duele en el alma pero tengo que sacar fuerzas porque esto no puede quedar así, los asesinos tienen que pagarlo», declaró la mujer sobreviviente del choque, quien dijo que su esposo y su hijo fallecidos son su «sostén».

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Además, Cintia agradeció a todos los presentes por el acompañamiento. «Son un montón de sensaciones, querer abrazar a todos, quiero agradecer a todos, gracias por estar», expresó emocionada, al tiempo que hizo un reclamo transversal a autoridades de distintos poderes para que haya justicia y además se intente evitar nuevas acciones de este tipo. Pidió la pena más dura para quienes manejaban los vehículos que participaron de la picada.

A la par de las manifestaciones verbales y aplausos como señal de reclamo, también se pintaron estrellas en el lugar del siniestro para recordar a las víctimas, «Valen» y David.

Los hechos

Días atrás, los fiscales que investigan la fatal picada de autos en zona sur, afirmaron que el velocímetro del Renault Sandero que los impactó quedó clavado en 120 kilómetros. Además, aseguraron que, de acuerdo a las primeras pericias, los vehículos empezaron el recorrido entre 300 y 400 metros antes y que no hay marcas de frenado.

En cuanto a la velocidad, durante la conferencia de prensa, brindada en el Centro de Justicia Penal, la fiscal Valeria Piazza Iglesias detalló que el tacómetro del Renault Sandero, que embistió de lleno al Citroen C3 en el que circulaban las víctimas fatales se clavó en 120 kilómetros por hora. La funcionaria judicial estimó que «puede haber alguna movilidad de la aguja en el impacto, así que la velocidad se va a estimar con pericias técnicas, en base a los videos que se va a estimar en pericias técnicas que se relaizarán en base a los videos y a la deformación que el impacto provocó en ambos vehículos.

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David Pizzorno, de 43 años, su hijo Valentino, ambos fallecidos, y la madre y esposa de ambos, que resultó con serias heridas, circulaban por calle Ayacucho, a baja velocidad, cuando el Renault Sandero que manejaba Germán S., de 36 años, y que transitaba por Avenida del Rosario, lo embistió de lleno.

Piazza Iglesias detalló que el Sandero y un Citroen C3 blanco, que era manejado por Pablo M., venían haciendo pruebas de velocidad y destreza y que el recorrido que terminó con el choque mortal comenzó entre 300 y 400 metros antes. Además, aseguró que ninguno de los dos vehículos frenaron, solo el Citroen habría hecho una maniobra para esquivar el auto embestido.

La mortal secuencia quedó filmada íntegramente en las cámaras de monitoreo del 911 y esas imágenes son las que se utilizarán para las pericia y la imputación.

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