Un proyecto impulsado por el empresario Aldo Lattuca, para lograr la autorización de la construcción de tres mega torres genera preocupación en organizaciones ecologistas de la ciudad. Este megaproyecto  que carga en su vientre la construcción de tres torres de hasta 25 pisos en la manzana que abraza las calles Corrientes, Paraguay, Córdoba y Rioja.

La iniciativa duplica la superficie edificable respecto a los indicadores generales del área y triplicando la altura permitida en el centro de la ciudad. El expediente recibió recientemente dictamen favorable de la Comisión de Planeamiento, resta su paso por las comisiones de Gobierno y Ecología.

Las organizaciones que cuestionan el megaproyecto son ATTAC Argentina, Equística, Grupo Ecologista Génesis, Taller de Comunicación Ambiental, Taller Ecologista y Vecinos Afectados por Obras.

Estas entidades firmaron un documento que repudia la instalación de las torres por considerar que el diagnóstico es falaz respecto a la supuesta necesidad de revitalizar esa zona céntrica, y que dicho proyecto no contribuiría a ese objetivo. En cambio, argumentan que traería nuevos problemas relacionados al incremento del uso de automóviles colapsando aún más una zona ya saturada. También plantean que la supuesta sustentabilidad ambiental que los desarrolladores venden es engañosa, calificándolo como marketing verde o greenwashing.

“Si bien hay lugares particulares del centro de la ciudad que podrían considerarse con cierto grado de deterioro y sobre los cuales podrían pensarse revitalizaciones, las organizaciones ponen en duda que la zona específica en donde se pretende desarrollar el proyecto se encuentre en esta situación”, sostuvieron quienes se oponen  al proyecto mediante un comunicado.

Este proyecto por la escala exorbitante de su volumen edificable, puede generar principalmente un “uso de enclave”, con visitantes o residentes desarrollando sus actividades en el complejo pero sin integrarse demasiado al entorno (más allá del espacio comercial proyectado para la planta baja). “La norma aprobada por Planeamiento, de hecho no establece siquiera precisión alguna en relación a los tipos de uso que se desarrollaran, dejando todo librado al interés del grupo empresario. Ya tenemos en la ciudad antecedentes de cómo este tipo de inversiones se encaminan a lo que genera mayor rédito para los desarrolladores y no hacia lo que la ciudad necesita”, describieron desde el Taller Ecologista.

“Se presenta una visión de sustentabilidad engañosa, como si la sustentabilidad de redujera a poner terrazas verdes o paneles solares, que por otra parte previsiblemente generarán una cantidad insignificante de energía respecto del consumo del complejo de torres proyectado. La sustentabilidad de un proyecto debe analizarse pensando en la interrelación del mismo con la ciudad como un todo, no de una manera reduccionista. La forma en la que se está presentando la cuestión sólo nos sugiere términos como marketing verde o greenwashing”, describirían quienes se oponen a la instalación de las tres torres.

Mirko Moskat integra el Taller Ecologista de la ciudad, consultado por Conclusión sobre el posicionamiento del mismo en torno a este megaproyecto, expuso: “Una cosa a remarcar es que el proyecto no surge de una planificación urbana como queremos que se desarrolle en esa parte de la ciudad, sino que se trata de un proyecto con una lógica anclada en la rentabilidad”.

Con respecto a las preocupaciones que ha despertado indicó, “sobre todo la calidad de vida en ese lugar de la ciudad, en particular con el tema de la movilidad automotor, éste ya viene sufriendo un colapso y sería agregarle una cuota más de complicación”.

“Cabe destacar que en la última reunión de la Comisión de Gobierno hubo posicionamientos tanto en contra como a favor, estos últimos por parte del Pro y el FPCyS. Pero al contar con los votos, esto tiene claras chances de avanzar en los próximos días. Tendremos que esperar que llegue a Ecología donde seguramente tendrá resistencia”, enfatizó.

Entre las cuestiones de sustentabilidad a evaluar y que se pasan por alto está la abierta contradicción entre los planes del gobierno provincial de promover el uso de energía solar y las dificultades que tres torres de las alturas proyectadas traerán a otros edificios de la zona. Entre las cuales estaría el bloqueo de la luz del sol, entre otras cuestiones que podrían ser evaluadas a través de un informe de impacto ambiental, inexistente en el proyecto en cuestión.

La ausencia de un debate público se suma al conjunto de inquietudes, “hacen falta más opiniones en este debate. Se está pretendiendo nada menos que duplicar la superficie edificada respecto de los indicadores generales del área, como mínimo debería haber un mayor debate público al respecto. De lo contrario, esta situación sería otra muestra de que el Concejo Municipal, sólo aprueba excepciones a las normativas vigentes, con argumentos contradictorios, sin los estudios técnicos necesarios para evaluar los impactos y sólo procurando un gran negocio para unos pocos”, concluyó Moskat.