Por Guido Brunet

Tres veces por semana unos 50 chicos ensayan en la casa de Oscar Garraza y Vanina Morales. El matrimonio dirige desde 2012 la comparsa Rosario Do Samba, ganadora del carnaval de la ciudad en 2016.

Oscar y Vanina son «dos divorciados juntados»; ambos tienen tres hijos de sus primeros matrimonios y luego tuvieron tres más, pero en común. A esos nueve chicos, se le suman los casi 50 que los visitan cada vez que hay ensayo. «Con Oscar ponemos la casa y somos los que guiamos, pero los que buscan mejorar y crecer son los chicos y gracias a ellos la comparsa crece tanto», resalta ante todo Vanina.

Los chicos «vienen de todos lados» de Rosario y alrededores hacia Paraguay al 5.900, donde se ubica el hogar de Oscar y Vanina. Llegan desde 7 de septiembre, Tío Rolo y Villa Gobernador Gálvez, entre otros lugares. Es que la pasión por el carnaval no conoce de distancias. El grupo entonces practica todo el año para rendirle tributo de la mejor manera al Rey Momo, pero la etapa de trabajo más duro obviamente son los meses de los festejos.

Los inicios de la historia

Oscar es oriundo de Reconquista, al norte de la provincia de Santa Fe, confiesa que nunca tocó ningún instrumento, aunque le hubiese gustado. El impulsor de la comparsa vive en Rosario desde los 16 años y recuerda las festividades en su ciudad natal, donde hay “cultura de carnaval”. Pero al llegar al sur de la provincia se olvidó de todo eso; y no fue hasta hace unos siete años que esos recuerdos cobraron vida cuando en la Navidad de 2009 tuvo la idea de comprar algunos instrumentos musicales para sus hijos.

Compraron un güiro -que es para tocar cumbia-, un redoblante, un surdo y un repique. Todo con la sola intención de que los chicos se entretengan durante aquel verano. Así fue que los más grandes se empezaron a entusiasmar y luego se sumaron varios de sus amigos y demás vecinos del barrio. “Y la cosa no paró de crecer”, resume Oscar. Según su marido, Vanina inmediatamente “se contagió”.

De esos primeros días, Oscar recuerda: “La idea era tener a los chicos entretenidos durante el verano para contenerlos. No conocíamos el carnaval en aquel momento. Pero los jóvenes fueron evolucionando y pretendían más y más y fuimos conociendo el samba. Entonces compramos más instrumentos. Y buscamos una bailarina”.

En sus inicios, la comparsa comenzó como una batucada para eventos. Es por eso, que empezaron repartiendo tarjetas en el Monumento y en el Parque España. Luego comenzaron a ir a shows y cada vez se fueron sumando más gente. Hasta que en 2012 se dio la posibilidad de conformar la comparsa, ya eran casi 50 personas y parecía no haber otra alternativa. “Teníamos esa necesidad porque había demasiada gente, no había manera de pararlo”, repite contundente Oscar. Aquel año participaron como comparsa invitada en los carnavales oficiales de Rosario.

Los Garraza y sus chicos comenzaron a ir a cuanta competencia de batucada existía con el objeto de aprender y conocer la movida carnavalesca. Fue así que participaron de encuentros en Gualeguay, Rafaela y Chabás, entre muchos lugares.

De esta forma conocieron grupos que hoy son colegas. “Encontrás a mucha gente que está en la misma situación que vos, que atraviesa los mismos problemas, y te sentís unido para seguir remándola y ver que vale la pena, gente que hace más tiempo que está, que le pasó lo mismo y te alientan para seguir”, reconoce Vanina. A la vez que destaca que “seguimos por los chicos”.

Oscar alimenta esta idea de la unión. “La batería -no así de la batucada, aclara- es que une gente. El samba une a la gente, lo más lindo del samba es eso, que convoca a las personas por el sólo hecho de juntarse a tocar, uno se hace amigos por todos lados”.

 

Actualmente Rosario Do Samba cuenta con 85 integrantes aproximadamente. Unos 45 tocando y otros 40 bailando. “La comparsa no para de crecer, es incontenible, no hay manera de pararlo. Aparte evoluciona musicalmente, hay que comprar instrumentos cada vez mejores. Porque al nivel que llegó la batucada, no se puede comprar otra cosa que buenos instrumentos”, expresa Oscar.

La batería es la evolución de la batucada, es como una especie de orquesta, funciona con director y hay otra sincronización de instrumentos. Es lo máximo, es lo que tocan en Brasil”, describe Oscar a aquella parte de la comparsa compuesta por surdas, repiques y agogos, entre otros instrumentos, que dirige su hijo mayor Milton.

“En Rosario las comparsas en su mayoría están armadas en base a la copa de leche y los comedores, para sacar los chicos de la droga. Nosotros somos unos bichos raros porque empezamos de otra manera. Y en tres años ya salimos campeones, pero se nos dio, no lo buscamos… uno lo tomó como algo visceral, como una locura”, comenta Oscar.

A lo largo de sus ya cinco años de historia, Rosario Do Samba ha cosechado varios premios. En 2016 fue la comparsa ganadora del carnaval de la ciudad y Vanina obtuvo el reconocimiento a la mejor directora, premio que obtuvo en 2014 su marido. Un año antes, el grupo obtuvo el premio Revelación. Sobre esto Vanina menciona: “Los premios nos van marcando que estamos por el buen camino. Yo siempre digo que los premios están buenos, a uno le gusta, pero lo importante es el reconocimiento de las personas que te siguen y te van a ver. Que la gente se siente a escucharte, y te digan que les gusta lo que haces, eso es lo más valioso”.

La relación con la gente, las personas que llegaron a conocer, y la contención que lograron de todos los chicos que han pasado por allí es sin duda lo que los alienta a seguir. Sobre esto último, Oscar cuenta que “hay chicos con graves problemas sociales y aquí han encontrado un espacio donde se pueden desarrollar y pueden estar bien y no hacer las locuras que se hacen afuera y quizá poder llegar a corregirse. Acá se hacen amigos”.

“En realidad eso es lo más valioso que hemos conseguido, uno no lo busca y se va dando cuenta con el correr del tiempo. En su ámbito quizá no estén bien las cosas, pero aquí encuentran un espacio y van bien, aprenden a disciplina, a hacer caso. Como somos muchos hay que mantener la disciplina, y el buen trato para con los demás sobre todo”, recalca Oscar.

 

Desde 5 de febrero al 5 de marzo se desarrollan las actividades de carnaval en la ciudad para disfrutar de desfile de comparsas, murgas, batucadas, espectáculos musicales en todos los distritos, clubes, polideportivos, centros culturales, parques y calles de Rosario, con entrada libre y gratuita.

El gran festejo de carnaval en Rosario se llevará a cabo durante cuatro noches consecutivas. Desde calle San Juan hasta el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito, desfilarán trece comparsas por avenida Belgrano y luego actuarán en el Anfiteatro. La celebración iba a realizarse desde el 25 al 28 de febrero, pero a raíz del choque de los micros de Monticas fue suspendida.