MIéRCOLES, 02 DE OCT

Se robaron más de 2000 kilos de bronce del cementerio La Piedad

Los trabajadores de la necrópolis realizaron una medida de fuerza para reclamar por seguridad, medida que habían tomado meses atrás, pero la situación de indefensión no se modificó.

 

Los robos no paran en Rosario, y en este caso ni siquiera los muertos se salvan de la ola de inseguridad en la ciudad y la región. Es que desde hace varios días, el cementerio La Piedad sufre hurtos del bronce de las placas del lugar, sobre todo en el ala este de la necrópolis.

Por ello, los trabajadores realizaron una medida de fuerza este jueves. Denuncian que ante la falta de seguridad en la zona, los ladrones aprovechan e ingresan por la noche para hacerse con el bronce, y para ello destrozan nichos y placas. Además, indican que los trabajadores muchas veces son amenazados por los propios delincuentes al salir de lugar.

En octubre del año pasado, los trabajadores realizaron una medida de fuerza para exigir seguridad en el lugar, dado que en esa oportunidad también habían denunciado robos y amenazas. Sin embargo, la situación de inseguridad continúa.

Darío Cardozo, empleado y delegado de los trabajadores: “Es una situación de terror, parece que cayó una bomba, un lugar de guerra. Estamos cansados, no sabemos cómo pedir seguridad”.

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“Las compañeras tienen miedo de venir a trabajar porque pasan los ladrones por al lado y los amenazan, dicen que nos van a cagar a tiros. No hay luz en todo el predio, a la noche no hay policía adicional”, continuó.

“Lastimosamente la termina pagando el contribuyente, el familiar porque nosotros estamos con una medida de fuerza, no estamos haciendo sepultura en tierra, los recién fallecidos van a nicho, depósito”, remarcaron.

“Se llevaron más de cien bolsas de placas de bronce, en total dos mil kilos”, contó Cardoza. Y agregó: “Todos los días nos encontramos con algo nuevo. No sabemos ya cómo pedir seguridad, lo que queremos es trabajar tranquilos”.

“La gente ni siquiera puede venir tranquila a visitar a su ser querido porque es tremendo”, cerró el trabajador del cementerio.

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