Refugio para el cuerpo y el ama. Unas 30 personas cuentan con un lugar para dormir en las noches y alimento en el Refugio del Buen Pastor, ubicado en Laprida 2747.

El espacio, perteneciente a la comunidad Padre Misericordioso, desde el 8 de diciembre del año pasado funciona como hogar para personas en situación de calle, en medio de una pandemia que ha dejado gran cantidad de personas sin su sustento y sin un lugar donde poder alojarse.

Roberto Pérez, miembro del equipo del refugio, comentó a Conclusión: “Las personas llegan aquí con las necesidades básicas. Lo primero es tener un lugar donde poder dormir -sobre todo en invierno- y bañarse. Acá se trata de satisfacer esas necesidades pero también formar una comunidad, donde se sientan valorados, escuchados, para recuperar su dignidad”.

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“Acá respetamos las creencias de cada uno. Recibimos, en primer lugar, a la persona. La atención espiritual va de la mano con otras dimensiones, la humana, la social”, reflexionó el religioso.

Por otro lado, señaló que “en nuestra sociedad hay una parte paralela, oculta, que es ignorada por el resto; es una realidad que convive con nosotros”.

“Como dice la Biblia, hay más alegría en dar que en recibir. Ellos reciben lo que buscan pero nosotros también recibimos mucho de parte de ellos. Además, sirve para valorar lo que tenemos y muchas veces no nos damos cuenta”, cerró el hombre.

El edificio de Tablada, ubicado en Laprida y Gálvez, fue reinagurado en marzo de 2019 luego de trece años de inactividad.