De piedad, ni hablemos. Una familia está pasando horas críticas por la incertidumbre de que posiblemente sean desalojados de su hogar. La historia se remite al año 89´, cuando Beatriz Venegas compró un inmueble a una mujer quién nunca le otorgó el boleto de compra venta y años más tarde, antes de morir, donó sus bienes a a Fundación Obra Cardenal Ferrari, quien hoynreclama la vivienda como propia. La familia quiere extender por 15 días el desalojo para ubicar a los menores que viven allí.

Esta mañana se realizó un abrazo solidario en la puerta de Rioja al 600 para evitar que se realice el desalojo. En diálogo con Conclusión, el hijo de Beatriz, Juan Martín Farías explicó: «Estamos resistiendo el desalojo que quiere realizar la Iglesia Católica porque ellos quieren hacer valer un testamento del año 83´y nosotros compramos la propiedad en el 89´».

El hijo de la dueña del inmueble aclaró que cuentan con el comprobante que da cuenta que se labró el boleto pero «la justicia no hace valer, igual que el testimonio de los testigos».

«De forma sorpresiva desaparecieron impuestos, recibos, comprobantes cuando la dueña original falleció; nosotros nos manejamos siempre de palabra», aclaró.

En la casa vive el matrimonio con uno de sus hijos y sus nietos.

Amigos y familiares se reunieron en la puerta de la vivienda y muy acongojados y angustiados dieron el testimonio de «la lucha y apoyo a la familia». En el lugar había cincooficiales de Justicia y cinco policías que controlaban el perímetro sin entender muy bien para qué.

Las horas pasaron y no hubo mucho que hacer. Por el momento lograron acordar que se extienda por quince días más aproximadamente el desalojo para poder ubicar a los menores.