Siguen en pie de guerra. Los vecinos del barrio La Sexta continúan en su firme postura de no ceder ante el proyecto urbanístico que planea la Provincia junto a la Universidad Nacional de Rosario.
Eata mañana en Gobernación los vecinos nucleados en La Sexta Resiste y en la Asamblea de Vecinos del Barrio la Sexta se van a reunir con el ministro de Gobierno de la provincia, Pablo Farías, el secretario de hábitat, Diego Leone, el ministro de Desarrollo Social, Jorge Álvarez, el rector de la UNR, Héctor Floriani y funcionarios del ejecutivo provincial.
Los temas que abordarán serán en base a los acuerdos alcanzados y ratificados en un acta compromiso «Evaluar la posibilidad de iniciar los trámites de regularización dominial a favor de las familias que actualmente ocupen terrenos sobre los que ejercen derechos de posesión; evaluar la posibilidad de desafectar de la ejecución del pliego licitatorio a las dos manzanas en las que se vulneran derechos habitacionales y aportar toda la información y documentación referida al proyecto de urbanización».
En diálogo con Conclusión, un vecino del barrio expresó: «Venimos de una reunión casi trunca del miércoles pasado y esperamos que hoy el Gobierno de la provincia respete estos canales de diálogo que hasta ahora están sostenidos unilateralmente por los vecinos».
Guillermo agregó que la provincia «lejos de garantizar el derecho a la vivienda ha intentado vulnerarlo de forma ilegal, violenta, abusiva, y ahora están presionando a la jueza para que levante el amparo que tutela el derecho de posesión de las tierras y el acceso al hábitat».
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«Hoy se va a discutir si la Provincia, el municipio y la universidad, van a reconocer este derecho y respetarlo o no. El barrio va a seguir existiendo y los gobiernos van a seguir pasando. Reiteramos que es una mentira que los vecinos se quieren ir. El 95 por ciento de las familias del barrio si les dieran a elegir se quedaría en sus casas», sostuvo el vecino.
Además, denuncian que la falsa legitimidad «esta construida porque la policía les hace elegir bajo represión, con gas pimienta en el ojo de las hijas menores, de embarazadas, cayendo a las once de la noche a la casa con un grupo de tareas como en las épocas mas oscuras del país, en quedarse bajo estos términos o le damos 350 mil pesos».
«Muchas familias se quieren quedar pero no están dispuestos a aguantar esta represión y a este hostigamiento. Nosotros como organización no nos vamos a oponer a aquellos vecinos que elijan irse ni tampoco construyan viviendas. Pero nosotros queremos quedarnos en las casas que nacimos, en nuestros hogares. Si quieren construir que lo hagan en espacios vacíos», finalizó.
