Por Alejandro Maidana

Rouillón y Maradona, en ese preciso lugar, la multisectorial que integran diferentes actores sociales e institucionales, se congregó para reclamar una vez más por un derecho humano cercenado, el agua. La propuesta fue darle visiblidad a esta realidad, charlar sobre el acceso y calidad del agua, y las históricas dificultades que tiene esta zona de la ciudad. Cabe destacar que se finalizó con la pintada de un mural colectivo.

Los vecinos, en su enorme mayoría integrantes de comunidades originarias, son tajantes a la hora de definir calidad del agua que están obligados a beber, “desde el 2003 venimos visibilizando esta problemática, lamentablemente todavía no se ha solucionado. Si bien algo se hizo desde el municipio, desde que se instaló la planta de agua en el barrio los problemas de salud se agravaron”, cuenta Tiburcio Gómez, miembro y referente de la comunidad Qom del barrio Quinta.

Luis Báez representa al pueblo Mocoví, consultado sobre el derrotero de esta lucha enfatizó: “En lo que a nosotros respecta, esta problemática la venimos soportando desde que nos instalamos en este lugar de la ciudad, es decir desde principios de los 90. El agua es intomable, es insostenible esta realidad, en el día mundial del agua las comunidades originarias reforzamos nuestro espíritu de lucha por un derecho humano que se está violando. Nosotros siempre les decimos a los gobiernos que preferimos ser vulgarmente sinceros, que hipócritamente mediocres”.

En la sesión del jueves 14 de marzo, el Concejo Municipal aprobó el proyecto de la concejala Celeste Lepratti que reactiva la Comisión Especial de Estudio y Seguimiento de la totalidad de las problemáticas relacionadas con el servicio de agua potable y servicio Cloacal, la Energía Eléctrica y las empresas prestatarias de los mismos.

La edila, quién participó de esta movida barrial, aportó su punto de vista, “esto reclamo nace muchísimo tiempo atrás, el pedido de mejoras, el acceso y la calidad, vienen motivando a los habitantes de esta parte de la ciudad a poder contar con un  derecho humano que hoy les es esquivo.

Po último quién también brindo su opinión, fue el diputado Rubén Giustiniani, que alertado por esta situación sostuvo lo siguiente: “desde nuestras bancas junto a Silvia Augsburger el año pasado impulsamos una ley que finalmente se concretó. El artículo primero de dicha ley es muy claro, sostiene que todos los habitantes de la provincia de Santa Fe deben tener acceso seguro a un agua de calidad y en grandes proporciones ya que la misma es un derecho humano básico”.